Capitulo Treinta y Uno

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Daniel Hans















¿Qué si me van las pelirrojas?

Nunca lo pensé.

Era irrelevante que me hiciera esa idea.

Acabo de comprobar que no es tan malo pretender a una por primera vez, y mas si se ve tan espectacular como ella. La vi en la entrada del Depa y fue como imaginar estrellas en mis ojos.

«Es...única»

Venus Kopelson.

–¿Su novio tuyo? —me preguntó por segunda vez la tierna y encantadora Rosalie —Venus no lleva...está solita...mi Dada dice que no puede...

Cerró sus ojos tronando sus dedos como buscando la palabra entre sus recuerdos.

–...tener novio.

–¡Eso eso! —exclamó mostrando una hermosa sonrisa —ella está...

–...soltera —respondí regalándole toda mi atención.

¿Soltera?

¿Una chica tan hermosa y sexy, soltera?

–¡Eso eso! —aplaudió y después colocó sus manos a cada lado de su rostro viéndome dudosa —¿Su novio tuyo?

¿Qué quiso decir con esas palabras?

No lo se.

–¿Quieres que sea su novio? —le pregunté, de un momento a otro su rostro se iluminó con la idea. Era justo lo que estaba buscando, y me agrada mucho esta pequeña después de esto.

–¡Siii! ¡De nada...Dan! —continuó aplaudiendo.

Enarqué mis cejas confundido.

Se dice gracias, Pequeña Rosalie —dije con una sonrisa genuina en mis labios.

Eso.

Para nada me incomodó estar con ella, mucho menos corregirla. Se que es una niña inteligente, y con un poco mas de práctica será toda una genio en el mundo.

Con curiosidad, pasee mi vista por uno de mis amigos.

Kane.

Él se encontraba con un lápiz entre sus labios y con semblante coqueto viendo hacia donde se encontraba Venus, realmente no supe cuales eran sus planes.

Kane no es que esté soltero ni posea la pinta de ser fiel, tampoco puedo evitar que le guste la pelirroja e intente conquistarla, de hecho es libre de hacerlo.

–¿Selas novio? —preguntó un poco mas bajito.

Cuando posé mi vista en ella me sorprendió su estado.

Completamente sonrojada.

Aún así, sus palabras fueron un poco mas claras. Muy poco, pero las entendía.

Es mínimo lo que puedo entender, a leguas se nota que no puede ordenar las palabras y algunas simplemente las olvida, pero desde un principio se convirtió en la pequeña que a todos encanta por ser tan enérgica y a la vez tan amistosa.

Desde que tomó mi mano no me ha incomodado en absoluto. Es una niña bastante cariñosa, que me haya tenido confianza como para tomarme de la mano me hace sentir halagado.

–¡Rosalie! ¡Ven aquí! —escuché que Venus la llamaba e inmediatamente causó algo extraño dentro de mi, pero estaba tan concentrado que no levanté la vista, entonces Rosalie me sorprendió tomándome por el rostro y besando una de mis mejillas.

En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora