Capitulo Cuarenta y Dos

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Nt: no me odien.



Jeremy Sutton







No es malo admitir que me gustan las vacaciones, a consecuencias de ello, el comedor de mi sala se encuentra repleto de hojas y proyectos en camino.

He tenido que madrugar para poder realizar cada proyecto, como también cada pago del departamento.

Entre los sobres que están en la mesa diviso el nombre de mi Madre en uno de ellos.

Lo tomo para abrirlo y descubrir el contenido de este. Al abrirlo, la piel se me pone chinita y los latidos de mi corazón se acelaran en fracción de segundos.

Ha puesto a mi nombre todos los gastos y consumos de la casa en donde alguna vez fuimos una familia. Mi madre me ha jodido el puto día.

-Es como la peste ¿Por qué no me deja en paz de una vez? -mascullo entre dientes, lanzo el sobre al piso lleno de hastio.

-¿Qué sucede, amor? -pregunta Kiana llegando a la sala con los brazos detrás de su cuerpo -¿Por qué tanta molestia hoy?

-Ah, te haz dado cuenta. Mi Madre me va a matar de un infarto un día de estos. Nunca podré deshacerme de ella, Kiana. Nunca.

Ella resopla.

Paso mis manos por mi rostro, exasperado.

>>Y ahora el caso de la lombriz con piernas que no llega a casa ¡Vas a ver que la voy a castigar! ¡El chico llama y ella simplemente se va!

-Es su novio.

-Y yo su hermano. Debe respetarme, no hacer y deshacer lo que le venga en gana. Es mi responsabilidad, y eso ella no lo entiende.

-Lo hace, amor. Solo debes entender -se inclina en la mesa buscando mis ojos -La vas a agobiar, ella se cansará de que quieras controlarla. Tienes que convencerte de que ya es mayor de edad y comenzará su independencia.

Ladeó mi cabeza negándome a soltarla. Todavía es una niña, es mi tempano de hielo. Así que no, me niego a dejarla ir tan fácil.

-No se ha casado, aún puedo controlarle aunque sea su vida.

-Bueno. Ya no hablaré de lo mismo, cambiemos de tema.

Inmediatamente, sonrío encontrando cierto sentido a sus palabras.

-Estamos solos. Podemos hacer tantas cosas justo ahora, decide.

-No estamos solos. Habemos tres personas en este departamento -comenta con un raro brillo en sus ojos. Me pregunto que estará tramando esta.

Frunzo el ceño confundido.

-¿Haz dejado entrar a otra persona al depa?

-Esa misma pregunta te hago yo ¿Haz dejado entrar a otra persona?

-¿Qué dices? Obvio no. La matarías al segundo de entrar por esa puerta.

-No creo que quiera matar a la persona que está aqui -asegura emocionada y señala su estomago.

Me levanto de golpe mostrándome asombrado, distorsionado, emocionado, asustado...en realidad no entiendo mis emociones. Pe...pero...!Ay dios, no se!

-¿Qué estás diciendo?

-Adivina quien va a ser Papá -añade y desata sus manos mostrándome una prueba de embarazo en las manos.

Me quedo helado, no puedo moverme, mis sentidos acaban de colisonar. Rayos, no se que hacer.

En sus manos | +18 | ✔ ( Reeditando )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora