18. Debe existir un plan

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Kyle.

Los labios de Will se encuentran en mi cuello, mordisqueándome de vez en cuando mientras que decido perderme en estos. Mañana deberá ir al hospital, así que momentos como estos, hay que aprovecharlos.

Mi reloj en mi mueble a lado de mi cama comienza a sonar, provocando que Will se aparte de mí, observando con desagrado a este.

—Son las 11:30, ¿para qué pusiste una alarma a esta hora? —inquiere apartando un mechón de cabello de mi frente.

—Porque mis cálculos me dijeron que a esta hora más o menos, Lyla y Dylan deben haberse dicho que se aman y mi hermanito tiene que estar planeando algo para terminar con la bruja de su prometida —aseguro.

—¿De verdad crees que Dylan haga eso? —cuestiona, decidiendo acostarse a lado de mí, de costado, con una mano sosteniendo su cabeza. —Me emociona que mi mejor amiga esté con tu hermano porque sé que le gusta, sé que siente algo más pero que no ha querido admitir; sin embargo, por otro lado pienso mucho en que Dylan no es de los que simplemente dejarían a su prometida. Además, Lyla no sabe que se va a casar y...

—Y Dylan tampoco es de los que estaría con Lyla y la bruja de Kathya al mismo tiempo —aseguro algo molesto ante el comentario.

—No quería terminar así, aunque sí es algo que se me cruzó por la cabeza. Perdón, Kyle.

Frunzo las comisuras de mis labios. Llevo mi mano derecha hacia su mejilla para acariciarlo, analizando cada detalle de su rostro.

—El amor no es sencillo —comento. —No lo ha sido para nosotros y dudo que lo sea para ellos. Mi hermano la ama, Will, pude verlo en sus ojos anoche. Simplemente va a tener que romper su palabra de casarse con Kathya, aceptar que tiene que ser feliz y que le deje de importar romperle el corazón a su prometida. No siempre se gana en el amor, a veces hay corazones rotos, pero no se puede estar en una relación cuando no hay amor de ambas partes. Confía en mí, mi hermano no lastimará a Kathya.

—Lo sé —admite. —Créeme que lo sé. No obstante, no puedo dejar de admitir que ella también me preocupa porque es mi amiga, Kyle. Ha sido increíble conmigo, la quiero, y el pensar que tu hermano la puede lastimar... Tienes que entenderme, por favor.

Asiento.

Me incorporo para poder sentarme en la cama. La sábana que me cubría se cae hasta mi cadera, por lo que mi abdomen y pecho se divisan ante los ojos de mi ahora novio.

—¿Sabes? Verte así me está haciendo olvidar de qué estamos hablando —dice riéndose.

—Muy gracioso, Abbaty —hablo arqueando una ceja. —¿Acaso quieres que la sábana desaparezca por completo? —Tomo parte de esta, la deslizo lentamente de debajo de mis piernas hacia arriba, mostrándole poco a poco lo que se cubre de mi piel.

Ante esto, Will decide apartar de golpe la sábana de ambos, mordiéndose los labios al verme desnudo.

—¿Quieres terminar lo que tu alarma interrumpió? —sugiere llevando su mano hasta mi pecho, deslizando sus dedos por este hacia mi estómago, deteniéndose en mi ombligo.

—Sabes que te diré que sí, novio.

—Dilo de nuevo.

—¿Novio?

—Sí, aún no me acostumbro a escuchar esa palabra proveniente de tus labios. Me parece algo surreal.

—Puedo ayudarte a darte cuenta que es muy real —digo colocándome de horcajas en su cuerpo.

—Acepto, Sangster. —Sus labios se posan sobre los míos, llevando sus manos por detrás de mi espalda para presionarme contra él. Todo va de maravilla hasta que mi teléfono celular comienza a sonar. Al principio decido ignorarlo, pese a mis deseos, Will me hace responder diciendo que puede ser algo importante.

Besos Bajo La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora