Lyla.
1 mes después
Después de aquella noche en la que Will se quedó en mi apartamento, creo que nos volvimos buenos compañeros, puesto que a la mañana siguiente él no paraba de llorar, por lo que decidí sacarlo de su pasajera depresión con helado, películas y algunas cuantas cajas de comida china.
Al final él debía marcharse de nueva cuenta a su departamento porque el sábado no era eterno, debíamos trabajar el domingo, sin embargo, después de ello mi compañero y yo comenzamos con una especie de tradición: ir al bar karaoke todos los viernes, aunque esta vez sin excesos en el alcohol, porque no era bueno para mí o él tener que escucharlo en la madrugada hablar de Kyle.
Siendo honesta, me agrada haber encontrado un amigo en una ciudad completamente desconocida, después de todo, estoy sola aquí, y el único momento familiar, si es que así le puedo llamar, es cuando llamo a casa de mis padres para contarles cómo va mi semana.
Los días fueron pasando, el dolor de Will aún permanecía, sólo que ahora tiene una amiga con la que contar, y ese dolor podemos disminuirlo juntos.
Con Will, me doy cuenta que el amor no correspondido es algo que te destroza y que no me gustaría enamorarme de alguien que no siente lo mismo que yo, aunque supongo que es algo que no controlamos por más que así lo queramos. Llegado el momento, sé que si me encuentro en una situación así, por más que quiera frenar mis sentimientos, seré incapaz de lograrlo.
Llegado el momento, sé que si me encuentro en una situación así, por más que quiera frenar mis sentimientos, seré incapaz de lograrlo.
A mitad de semana nos encontramos en la sala de realidad virtual llevando a cabo las últimas pruebas antes de la operación de los gemelos. El lunes es el gran día y, a decir verdad, hemos tenido un gran avance, excepto que hay algo que nos preocupa: a pesar de todas las pruebas realizadas y los miles de ensayos exitosos llevados a cabo en la sala, hay algo que sólo podremos descubrir cuando abramos a los gemelos.
—¿Nerviosa? —la voz del doctor Sangster interrumpe mi ensimismamiento en la cafetería del hospital. Toma asiento al momento de voltearme hacia él y bebe de su vaso de soda que lleva en las manos.
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Besos Bajo La Luna
Romance¿Quién dijo que toparse con alguien infantil sería un total desastre? Lyla, una chica Italiana incapaz de ver la vida como un adulto común, pero sí siempre con una sonrisa y sacando lo mejor de sí tendrá que mudarse a Estados Unidos, un país totalme...