¿Quién dijo que toparse con alguien infantil sería un total desastre?
Lyla, una chica Italiana incapaz de ver la vida como un adulto común, pero sí siempre con una sonrisa y sacando lo mejor de sí tendrá que mudarse a Estados Unidos, un país totalme...
Avanzo con pasos decididos hacia el elevador del edificio al que he venido a ver a Kathya.
«Maldito elevador, ¡ábrete ya!» Pienso presionando el botón de este. No quiero que Kathya venga tras de mí si es que se le ocurre hacerlo; sencillamente porque no quiero decir nada más, es decir, he terminado nuestra relación, sin importar que me esté engañando con alguien más, a eso venía. Y a decir verdad, no me duele que me engañe, aunque me pregunto desde cuándo lo hace, ¿desde cuándo está con Matt?
Pese a mis deseos de que el elevador se abra, no lo hace, y para cuando al fin se abren sus puertas, Kathya viene por detrás.
—Dylan, espera por favor, tenemos que hablar —me pide, a lo que giro mi cabeza y noto que aún trae puesta la toalla.
—¿Sobre qué quieres hablar, Kathya? El que estés así lo dice todo, no quieras venir a lavarme el cerebro diciéndome que estás recién duchada al igual que tu "amigo" porque se derramó algo en tu ropa, porque no te creeré.
—Yo... No... Perdón, ¿sí? ¿Qué querías que hiciera si tú te la pasas todo el tiempo en el trabajo, Dylan?
—Respetarme, como yo siempre lo he hecho contigo, porque bien pude haber tenido algún amorío con alguna enfermera, con una residente o con otra doctora, y jamás lo hice.
—¿Ah, no? ¿Y qué hay de esa mujer, Lyla?
—Con ella jamás he tenido nada —aseguro—, aunque me alegra que saques a Lyla porque con ella... Pasó algo que no me esperaba. Me enamoré, Kathya, estoy enamorado de Lyla. Algo que ya no siento desde hace tiempo por ti, sólo que no quería darme cuenta.
» ¿Sabes? No sé desde cuándo me engañas con Matt, lo que sí sé es que el engaño era mutuo. Ya no nos amamos desde hace mucho, sin importar desde cuándo, entre tú y yo ya no hay amor, Kathya, así que esto es bueno para ambos.
Quédate con Matt, porque yo lucharé por Lyla.
Me doy media vuelta para marcharme una vez que las puertas del elevador se abren, pero me detiene halándome de un brazo.
—Ni creas que te voy a dejar estar con ella, Dylan. Tú te tienes que casar conmigo —habla con determinación. Frunzo el ceño ante la amenaza y logro zafarme de su agarre.
—En ese caso, tú tampoco creas que si intentas algo voy a dejarte hacerlo, Kathya —le hago saber mirándola a los ojos. —No es posible que estando con Matt quieras tenerme, porque la verdad es, que jamás quise casarme contigo.
Sin darle oportunidad a que añada algo más, entro al elevador. Las puertas se cierran, pero antes de que Kathya se pierda detrás de las puertas, puedo ver sus ojos llenos de rencor y odio.
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Lyla.
(Soundtrack sugerido: He Don't Love Me-Winona Oak)
