¿Quién dijo que toparse con alguien infantil sería un total desastre?
Lyla, una chica Italiana incapaz de ver la vida como un adulto común, pero sí siempre con una sonrisa y sacando lo mejor de sí tendrá que mudarse a Estados Unidos, un país totalme...
Termino la llamada con Lucy con una sonrisa, ya que hoy está bastante emocionada. El recital de baile al fin ha llegado y me ha pedido que esté ahí a la hora especificada y que si lo deseo puedo llevar a Kathya. Eso es algo bueno, al menos están tratando de integrar más a Kathya en la familia y eso me hace feliz. A veces Kyle aún reniega del compromiso y de la futura boda, pero... Al final deseo que lo acepte y aunque no quiera a Kathya, por lo menos que exista una relación respetuosa.
Salgo de mi oficina dirigiéndome con Lyla para comer; últimamente hemos estado tomando nuestras comidas juntos, y en ocasiones Will nos acompaña.
No he querido decir nada estos días, no obstante, sé por Lucy que Kyle tiene sentimientos algo confusos hacia mi residente; sin embargo, me es imposible decirle algo de lo que sé a William, porque después de todo sería como darle esperanzas y no sé a ciencia cierta si mi hermano en realidad lo quiere.
Cuando llego al comedor con Lyla, se encuentra un Will bastante alegre, contándole a Lyla sobre sus planes de esta noche.
—Hola, doctor Sangster —me saluda el ojiazul con una sonrisa. —Estábamos creyendo que se rompería la costumbre de comer con nosotros.
—No mientras me sea posible, Will —anuncio sentándome a lado de Lyla. —Estás muy feliz.
—Sí, era lo que le comentaba a Lyla. Esta noche me iré a un pueblo, para pensar y estar conmigo un tiempo.
—¿Cuándo volverás? Sabes que el hospital no...
—No se preocupe, doctor, estaré aquí el lunes en la mañana como siempre, sólo me iré un fin de semana y el día de mañana.
—De acuerdo, Will. Deseo que puedas sentirte mejor.
Error de comentario, porque Will lo entiende y sólo asiente. A continuación simplemente se levanta y dándole un beso en la mejilla a Lyla se marcha.
—Está muy...
—Creo que tanto tú como yo sabemos que sí. —La voz de Lyla parece molesta en cierta manera y la entiendo, Will se ha convertido en su mejor amigo este tiempo que lleva en la ciudad y en el hospital.
—Lo odias, ¿no es así? —cuestiono mirándola temiendo que me diga que sí.
—¿Odiar a quién? —. Su mirada de incredulidad es casi genuina, aunque sé que sabe de quién hablamos.
—A Kyle, mi hermano. Creo que debes odiarlo porque... Will es tu amigo y mi hermano...
—El que tu hermano no pueda salir del corazón de Will no significa que lo odie —afirma negando con la cabeza. —Nunca he odiado a nadie y no lo haré.
»No puedes obligar que alguien ame a otra persona sólo porque deseas verla feliz.
Al final, ambos tomaron sus caminos y estos los llevarán por donde deseen, lo importante es que sean felices, ¿no crees?
Sonrío ante lo que dice; tiene mucha razón y me alegra que piense así. Por algún motivo me siento en paz sabiendo que no odia a Kyle porque eso significaría...
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