Un día con los hermanos mayores. 2.36

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Últimamente pensó en su manhua, incluso lo soñó mientras dormía en la habitación de invitados.

Claramente, después de haberse casado, él se negó a compartir cama con Tao An o cualquier otra cosa que requiera de estar a solas con ella.

Solamente accedió a vivir con ella gracias a que su suegra pensaba aumentar la posible deuda de su familia por unos veinte billones, aceleraron lo del embarazo en la clínica de inseminación porque quería evitarse otra amenaza de aumento significativo a los veinte billones de dólares.

Tao An no era desagradable, era muy amable, una buena amiga, y que entendía claramente que no sería amada por su esposo como algo más que una simple conocida.

Le caía bien, pero no tanto como para encariñarse con ella.

Lan Xichen veía su matrimonio como un negocio, mismo en el que tenía varias desventajas y ventajas a la vez, que sólo beneficiaba al grupo Lan.

De todas maneras, el estrés iba en aumento, no sólo para él, también para su tía y para su tío.

La situación del grupo Lan era delicada, y claramente el convenio matrimonial entre él y la hija mayor de los Tao era lo que mantenía al grupo estable.

Le dolía la cabeza casi todos los días, en ocasiones iba a casa de su prima para llorar y desahogarse, por obvias razones, bebiendo.

Hoy era su día libre de todo, así que haría algo que no hacía hace mucho. Dibujar.

Y entonces se le ocurrió una maravillosa idea, publicar él mismo, su manhua.

Sería difícil, pero debía hacerlo, al menos para obtener algo de que vivir si es que el grupo Lan no lograba mantenerse en pie.

Las inversiones bajan y suben, como una montaña rusa y los contratos comienzan a ser cancelados sin ninguna razón.

Así que si debía de subsistir gracias a sus ilustraciones y sus manhuas, éste era el momento de hacerlo, y él estaría más que gustoso de vivir de su arte.

. . .

Wen Qing, fuera de cirugías y de consultas, le gusta aprovechar el tiempo libre, ya sea con su novio, en la habitación o ayudando a su hermano en la cocina.

Aunque Wen Ning siempre terminaba regañándola si se le quema algo, corta algo mal o no sigue sus instrucciones.

Pero su hermano ya no vivía con ella, así que podía pasar un rato con su pareja, o no, le tocaba dar terapias en un manicomio cercano, entonces.

¿Qué podía hacer?

—Le puedo preguntar al raro si quiere salir a beber—tomó su teléfono y marcó el número de su primo político, sin embargo no le contestó.

—Bien, bien, pero no vengas arrastrándote cuando quieras que te escuche—observó el techo, no había mucho que hacer en casa.

Iba a ver la televisión en cuanto oyó un ruido en su recámara.

"¡Sabía que no debía tomarme unos días por los exámenes de sangre!, ¡¿Y si es algún asesino en serie apuesto que me secuestrará e intentará matarme pero no podrá porque se enamorará de mí?!", bueno, eso sólo indicaba que debía dejar de leer las cosas que escribe su primo para sus manhuas.

Subió a su habitación con la escoba en mano, misma escoba que su hermano casi tira por no ser muy eficiente para quitar polvo.

Abrió la puerta con cuidado y dio un golpe a ciegas.

. . .

Inesperadamente para Jiang YanLi, los cambios de humor del embarazo no la atacaron a ella, si no a su marido.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora