¡Que difícil es ser hermano mayor!

Visita adelantada de mi tía.

Lan WangJi estaba emocionado, muy emocionado, hace mucho no veía a su tía Liang, así que cuando dijo que llegaría en navidad, sintió eterna la espera.

Sin embargo, cuando llamó para decirle que adelantaría su regreso, la euforia y la felicidad desbordaba en el corazón del pequeño.

Por parte de Lan Xichen, no sentía la misma emoción que su hermano menor, por alguna razón, nunca se llevó bien con su tía.

No entendía porque no terminaba de agradarle, pero tampoco lograba entender como fue que entabló una fuerte conexión con WangJi.

Desde la muerte de sus padres, su tía, si bien no era bien recibida por su padre y madre en casa, se hizo cargo de WangJi. Mientras que él, se quedó con sus tíos Lan y Wen.

Tenía entendido, que su tía no era una mujer del hogar, que no tenía cierta sensibilidad con los niños, además de que su carrera como cantautora estaba en la cima, aunado a eso, sus problemas de ansiedad.

Lan Liang era totalmente controversial, aún recuerda cuando se hizo público que ella criaría a WangJi.

Las críticas y los malos comentarios no se hicieron esperar, apelando que esa mujer no tenía un pelo de maternal en todo el cuerpo. Imposible.

. . .

Ahora estaba en la sala, viendo a su pequeño hermano pegado en la ventana, esperando a su tía.

Ya estaba oscureciendo, y pensaba hacer que WangJi se pusiera a ver algo con él, pues era domingo, y mañana tendría clases.

—WangJi, vamos a...—fue interrumpido al oír un claxon frente a la casa, y como si la disciplina que recibió WangJi desde bebé, hubiese sido en vano. Pues corrió hacia la puerta con la emoción desbordando de sus ojitos.

En cuanto la abrió fue cargado y abrazado por los amorosos brazos de su tía, quien a duras penas alcanzó a dejar su maleta en el vestíbulo.

Momento, ¡¿Maleta?!

No era una, ni dos, eran cuatro, ¿por cuánto tiempo planeaba quedarse en casa con ellos?

—Hola—saludó con un poco de pena, WangJi seguía en los brazos de su tía.

—Hola A Huan—le sonrío la mujer, aún con WangJi en brazos—Hace mucho no los veo, a ambos—mencionó—¿Son tuyas las otras dos maletas?—alcanzó a preguntarle Xichen.

—¿Cuáles? Ah, esas maletas, claro que no, son de mi prometido—río.

Lan WangJi sintió un escalofrío con la palabra "prometido", dejándole en mente ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuándo? Y ¿Dónde?

Usualmente no era celoso con su familia, pero eso de que su tía estuviese comprometida era algo crítico.

Para iniciar, daría en adopción a sus conejos, sabiendo cuanto los ama su tía, después dejaría de cuidarlo porque tendrá a sus propios hijos. Además dudaba mucho que aquel hombre realmente amara a su tía, pues desde su punto de vista, ningún hombre en la tierra era digno de estar con su tía.

Siempre le hacían daño, más de una vez la vio llorar, la vio sufrir por quien no la mereció.

Si estaba contento, ahora estaba molesto.

—¿prometido?, ¿te comprometiste?—volvió a preguntar Xichen, le parecía increíble que alguien hubiera durado tanto como novio de su tía, como para pedirle matrimonio.

—Si, comprometida—sonrió orgullosa, bajando a WangJi.

—A Xen, baja las transportadoras—Xichen observó a aquel hombre frente a si, se veía agradable.