Jiang Cheng y los frenos dentales.

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A Jiang Cheng le disgustaba el dentista, aún más de lo que le disgusta ver llorar a Wei Ying.

Sus caninos estaban un poco chuecos, él no les veía tanto problema, su papá tampoco, pero su madre si.

Más que nada porque esos caninos ya eran los dientes permanentes de A Cheng.

Así que de mala gana, el pequeño Jiang fue llevado al dentista, ustedes podrían ver un consultorio común y corriente, al ser este hombre un odontopediatra. Pero Jiang Cheng veía este consultorio como si fuera una sala de tortura, el olor a alcohol y gel antibacterial, los cuadros de niños sonriendo de manera perturbadora, una silla y una lámpara enorme, y no hay que olvidarnos de sus utensilios.

Afilados ganchos, jeringas, máquinas pequeñas para escarbar entre tus muelas sin piedad alguna, unas más dolorosas que otras.

Ese día, Jiang Cheng tuvo que ser atado a la silla, pues no dejaba de moverse—ya pasará pequeño—intentaba calmar la enfermera que lo había atado.

Jiang Cheng seguía llorando, quería liberarse y quería irse a casa. Al final sólo le pusieron frenos en la parte superior, pues aún no se le habían caído los dientes de la parte inferior, aún eran dientes de leche.

Jiang Cheng no quería regresar al dentista.

. . .

La vida con frenos era lo más detestable para él, no podía comer caramelos tanto como quería, y al sonreír, -cosa que no hace a menudo-, lo primero que se veía eran sus incómodos frenos dentales, tampoco podía comer frutas con normalidad, y tampoco podía quedarse tranquilo con el dolor que le provocaba cada vez que hablaba.

El verdu... el doctor, le había dicho que era porque no estaba acostumbrado, le recetó algunos medicamentos para el dolor, asegurándole que ya estaría adaptado a los frenos, para cuando termine el tratamiento.

Pero odiaba los frenos dentales, eran lo peor que podía pasarle.

Olvídenlo, lo peor que podía pasarle es que su hermano llegue a casarse y formar una familia con el raro de Lan WangJi.

Así que, si le tocaba aguantarse el uso de estas cosas del demonio, lo haría.

. . .

—A Cheng se siente incómodo con los frenos—Yu ZiYuan observó a su marido fijamente—escucha FengMian, se adaptará, tal y como yo lo hice a su edad—dijo.

Jiang FengMian observó a su hijo, y luego a su esposa, luego a su hijo.

—Pero—ZiYuan cayó a su marido—nada de peros—Jiang FengMian sólo asintió.

Aún se sentía mal por su hijo, pero era por su bien.

. . .

Justo en estos momentos, Jiang Cheng trataba de comer un trozo de manzana, pero la maldita cáscara no paraba de atorarse entre sus frenos.

Observó a su hermano, quién estaba intentando pelar algunos de los trozos con sus manos—¿Qué haces?—Wei Ying volteó—intento pelar la manzana para que no se atore en tus frenos—le sonrió.

Jiang Cheng se cubrió el rostros con sus manitas, ese gesto por parte de su amado hermano lo hizo sentir feliz, y también preocupado.

Realmente no quería dejar que Lan WangJi le quitara a su hermano.

—A Cheng, ¿Estás bien?—el pequeño Jiang lo abrazó, oyendo las risitas de su hermano—toma—le pasó un trozo ya pelado, un poco mal, pero ya no tenía esa molesta cáscara.

La molestia que sentía por los frenos fue cambiada por la confianza de tener un hermano como Wei Ying.

. . .

—¿Qué haces A Li?—le preguntó su padre—estoy pelando manzanas, A Xian me dijo que A Cheng no puede comerlas si tienen cáscara—sonrió.

A Jiang FengMian le llegó un viejo recuerdo ante ello, y sólo sonrió.

—Córtalas con cuidado—mencionó antes de irse a su estudio para trabajar, su hija sólo asintió.

. . .

<< —Oye, Jiang FengMian—despegó su vista del cuaderno y atendió a la chica—¿Dónde está ZiYuan?—preguntó—no lo sé, debe estar en el patio—respondió. CangSe SanRen asintió agradeciéndole, aunque poco le agradaba el novio de su amiga, debía admitir que era de mucha ayuda cuando ZiYuan simplemente no le avisaba a donde iría en el descanso.

Siguió todo el camino hacia el patio de la escuela, donde la encontró sentada debajo de un árbol.

Jiang FengMian las observó desde la ventana del salón, cierta parte de él quería saber de qué podrían estar hablando, pero sólo se dedicó a observar. CangSe SanRen había sacado un pequeño recipiente con tapa, lo que había en él le llamó la atención.

Sabía que ZiYuan tenía frenos dentales, y que a ella no le gustaban. Por más que FengMian le repetía que se veía hermosa con o sin frenos, ella simplemente no le creía.

También sabía que se le dificultaba comer algunas cosas, como manzanas.

Observó a CangSe SanRen abrir el recipiente, decirle unas palabras, y mostrarle unos trozos de manzana sin cáscara, y luego lo señaló a él.

Volteó de manera veloz hacia el cuaderno, para que no sospecharan que él ha estado espiando.>>

Jiang FengMian sonrió ante el recuerdo, pensó que probablemente su esposa tenía razón, Wei Ying era ese soporte que Jiang Cheng necesitaba desde hace tiempo, así como CangSe SanRen lo fue para su esposa.

Entonces las palabras de su amigo, Wei ChangZe llegaron a su mente.

"No sólo los amantes están destinados, también lo están los amigos."

Aunque volviendo al tema, debía preguntarle al dentista si había una forma de que su hijo no sintiera tanta incomodidad con los frenos, le dolía verlo siempre de muy mal humor por el dolor.

Su esposa decía que se acostumbraría, pero Jiang Cheng no era tan paciente, así que haría lo posible para que su pequeño hijo no sintiera más dolor o molestias.


¡Que difícil es ser hermano mayor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora