"No quiero lastimarte, perdóname". 3.31

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Finalmente terminó con él, dejaría de hacerle tanto daño a Dong Chul, pero, ¿por qué le dolía tanto?

¿Acaso era por qué ya no despertaría con el calor de alguien más?, ¿por qué ya no había nadie que lo recibiera después de una larga jornada de trabajo?, ¿o tal vez era porque ya no había nadie que velara por él, tal y como él lo hizo?

¿Recuerdan eso de "la costumbre es más fuerte que el amor"? Eso mismo suele pasar cuando terminas una relación.

Incluso si no sentías lo mismo que esa persona, sientes dolor al no tenerlo cerca; lo mismo sucede cuando te separas de algún hermano o de tu familia, te acostumbras tanto a ellos que cuando vives solo, llegas a extrañarlos, aunque eso sea por un corto lapso de tiempo, comienzas a extrañar hasta lo más pequeño, como un buen café en las mañanas o una charla interminable.

. . .

Recapitulemos un poco, ubiquémonos en el día de la ruptura, usualmente no estaba nervioso, y más que seguridad, emanaba un poco de incomodidad.

No es fácil terminar algo que prosperó tanto tiempo.

Sin embargo, incluso el coreano parecía darse cuenta de lo que iba a suceder, simplemente intentó prepararse mentalmente para lo que vendría después.

—Dong Chul, creo que debemos hablar—el coreano asintió, sentándose frente a él, después de acomodarle el asiento—¿sucede algo?—Jiang Cheng no sabía como comenzar.

—Creo que debemos—

—Terminar, eso vas a decir—

Jiang Cheng estaba sorprendido, Dong Chul sólo sonrió con la mirada baja—la razón creo conocerla—suspiró.

—Dong Chul—de todas formas eso dolía—lo siento—el coreano sólo sonrió y le limpió las pequeñas lágrimas—de alguna forma lo veía venir, creo que pensé que podría ignorar que no me estabas mirando a mi—explicó.

—Realmente lo siento, yo no quería lastimarte—Dong Chul negó—pero no lo hiciste, a pesar de eso—suspiró—a pesar de eso, me dejaste formar parte de tus recuerdos, y me dejaste amarte, eso lo agradezco—Jiang Cheng seguía disculpándose.

—Aún podemos ser amigos, ¿qué te parece?—el Jiang asintió—yo realmente lamento hacerte esto—el coreano negó—yo siempre seré feliz si tú lo eres—le dió un beso en la frente—así que asegúrate de ser totalmente feliz, ¿entendido?—Jiang Cheng lo abrazó.

—Me hubiera gustado amarte como querías—

—Tal vez en alguno de los universos existentes, eso sea posible—sonríe.

—Gracias, Dong Chul—el coreano lo observó—gracias por enseñarme como se siente el amor—el coreano asintió—no hay de qué—.

—De hecho, también pensaba en terminar—Jiang Cheng lo observó—¿finalmente tomaste la decisión?—el coreano asintió—manejaré la empresa de mi padre, así que regresaré a Corea—sonrió.

—Espero que te vaya bien, y que también encuentres a alguien que te merezca—Dong Chul le dio la mano sobre la mesa—yo espero que seas feliz y que no salgas herido de nuevo—Jiang Cheng asintió y le sonrió.

Ambos se soltaron las manos.

—Sobre el apartamento, dejé pagados tres meses, si quieres quédate ahí o como estés más cómodo, ya sabes, Rooster necesita demasiado espacio y la renta suele subir—Jiang Cheng asintió.

Lo observó irse, con una ligera opresión en el pecho, al menos, no lo lastimaría, no lastimaría a alguien tan bueno y amable como Dong Chul.

Y tenía razón, probablemente en alguno de los universos existentes podría corresponder.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora