¡Que difícil es ser hermano mayor!

"Feliz cumpleaños, A Ying". 4.4

Los cumpleaños, para algunas personas, son fechas felices y llenas de gozo, para otras, son recordatorios de días o traumas específicos.

Algunos cumpleaños son marcados con recuerdos de días llenos de euforia, mientras que otros, son marcados con recuerdos traumáticos, mismos, que te persiguen durante toda una vida.

Wei Ying, sigue odiando sus cumpleaños.

No importa si cae en fin de semana, si no llueve, o si le dan regalos de lujo. Su cumpleaños, siempre será el día más odiado del año, por su parte.

Cuando era niño, sólo aceptó una fiesta de cumpleaños, por mostrar ante sus tíos que todo iba bien, y cuando se volvió adolescente, dejó en claro que no quería fiestas, bajo la excusa de que eran mucho gasto.

Cuando dormía solo, sus pesadillas se intensificaban en este día, le dolía la cabeza, y su ataque de pánico se hacía más que presente.

A Yuan sabía que esa era la noche del año en la que debía dormir con su mamá, sabía que él no se sentía muy bien en esta fecha.

Pero, con tal de que se sienta mucho mejor al respecto, dejará que su papá se encargue de ello.

. . .

—¿Estás bromeando?, ¿una fiesta de disfraces?—menciona Jiang Cheng ante la idea de Nie HuaiSang, quien se encontraba de visita en el departamento, junto a Wen Ning.

—En dos días es su cumpleaños, nos alcanza el tiempo—agrega Wen Ning.

—Paquete para Nathaniel Wei—Jiang Cheng se levanta del sofá y abre la puerta—firme aquí—Jiang Cheng accedió a dar su firma, ya que su hermano, aún seguía en la oficina, hecha esta acción, cerró la puerta, despidiendo al onceavo repartidor en este día.

—¿Qué es?—Jiang Cheng encoge los hombros—no lo sé, pero con este, van once paquetes—vuelve a sentarse.

—Bueno, retomando el tema, una fiesta de disfraces es la mejor opción para pasar su cumpleaños—Jiang Cheng negó—les aseguro que él está cómodo así, simplemente se va a negar, por más que insistamos—HuaiSang observó la foto familiar, entre Wei WuXian y el pequeño A Yuan.

—Usemos al niño—señaló.

—¿A Yuan? Estás loco—el Nie negó—te aseguro que funcionará, ¡¿Quién podría resistirse a la insistencia de un niño?!—Jiang Cheng suspiró.

—O podemos hacerlo sorpresa—ambos observaron a Wen Ning.

—A Yuan puede pedirle que se disfracen, porque su cumpleaños cae en Halloween, y nosotros planeamos la fiesta mientras llevan al pequeño a pedir dulces. Bueno, comprarlos—ambos asintieron.

—A todo esto, ¿dónde está?—Jiang Cheng rodó los ojos.

—Salió con—suspiró—salió con mi cuñado al hospital—HuaiSang y Wen Ning lo observaron sorprendidos—¿desde cuándo le dices "cuñado"?—Jiang Cheng pone los ojos en blanco—¡Wei Ying me dijo que como salgo con su hermano, debo llamarlo así!—los dos quedaron con la boca abierta.

—¿Ya sales con Jun pyo?—menciona HuaiSang—sí—Wen Ning puso su teléfono en "no molestar".

—Cuéntanos todo, porque no me voy a ir de aquí hasta que lo hagas—menciona acomodándose en el reposé.

—Pondré la tetera—HuaiSang va a la cocina.

No hay duda de que un hombre, es incluso más chismoso que una mujer.

. . .

—Como médico, realmente me sorprende lo rápido que se mejoró—el traumatólogo le mostró las nuevas radiografías—al parecer, en tan sólo unas semanas, ya podrás quitarte el yeso. Sin embargo—Lan WangJi suspiró—no podrás realizar actividad física por un breve lapso de tiempo—Lan WangJi se mostró sorprendido, levemente.