¡Que difícil es ser hermano mayor!

Ai Hui Ying y Ai Zhi, los mellizos. 3.39

Wen Qing está en su noveno mes, muchas cosas han pasado, y ella está totalmente nerviosa por cómo podrían salir las cosas.

Ahora está en el hospital, ansiosa.

—Todo estará bien, Qing Qing—le sonrió su esposo—eso espero A Shuang—le tomó la mano, preocupada, aún recuerda los desgarradores gritos de su madre durante el parto de su hermano.

En cualquier momento, ella daría a luz.

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—¿Estás ansioso de conocer a tus primos, A Yi?—el pequeño sonríe, emocionado.

Lan Xichen está afuera, junto con los demás, Wen Ning caminaba en círculos, Jiang YanLi le estaba contando a su esposo que sería lindo tener otro bebé, mientras que Jin Ling se les queda viendo confundido.

Nie MingJue, también está un poco más preocupado, mientras que RuSong está dormido en los brazos de GuangYao.

Ambos eran notoriamente más cercanos, habían cosas que Wen Qing llegó a contarle al Nie, antes de contárselas a Xichen, con quien vivía, además, de que ella era siempre la que sacaba las balas y suturaba las heridas; aunque también se preocupó mucho en el parto de YanLi.

Lan Xichen observó a su hermano y a Wei Ying llegar, ambos con regalos para los bebés, JingYi sonrió al ver a su amigo, y comenzaron a jugar, poco después observó a JingYi despertar ligeramente a RuSong, arrastrándolo con ellos.

—¿Aún no nacen?—él negó.

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—Conozco el procedimiento, doctor, vaya al grano—el doctor sonríe—siempre directa, por eso siempre fuiste la mejor estudiante en las prácticas—el ginecólogo la felicitó.

—Bueno, checaré la posición de tus bebés con un ultrasonido, para que así pueda ver si es posible sacarlos con un parto natural o si es necesaria la cesárea—ella asintió—no estés ansiosa, tu esposo está contigo—mencionó.

Wen Qing apretó con fuerza la mano de Ai Shuang, quien reconoció el miedo en su mirada.

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Había pasado una hora, los niños ya estaban dormidos, con sus respectivos padres, cargándolos.

—Va a estar bien, hermano—mencionó WangJi, sabía que después de lo sucedido con su tía después de tener a su segundo hijo, les daba un poco de miedo.

Lan Xichen no quería que su prima terminase en coma después.

Nie MingJue y Jiang YanLi tampoco querían que nada malo le sucediese.

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—Bien, respira hondo, las contracciones durarán poco—ella asintió, obedeciendo.

—Todo va a estar bien, ¿si amor?—ella asintió apretando el agarre de su mano.

—Intenta pujar un poco—mencionó el obstetra.

—¡Agh!—comenzó a pujar, de sus ojos comenzaban a salir lágrimas—no te preocupes cielo, estarás bien—Ai Shuang le besó la cabeza.

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Más allá de los recuerdos que tiene Lan Xichen de su prima molestándolo, estaban los recuerdos de su relación familiar.

Como el día que la pequeña Qing Qing lo conoció, y justamente cuando se raspó la rodilla, ella fue la primera en ayudarlo.

Cuando lo consoló después de una pelea con su padre antes de mudarse con sus tíos, ella lo abrazó y le dijo que todo iría bien.