¡Que difícil es ser hermano mayor!

Poner mis pensamientos en orden. 3.20

—Dado que la transmisión en vivo no sirvió, voy a grabar tu día a día y lo pondré en un sólo video—le mostró la cámara, misma que tenía un micrófono en la parte superior—y cuando no esté aquí, tienes prohibido usar tus redes sociales—Lan Xichen se le quedó viendo—¿eso no sería un poco invasivo?—señaló la cámara.

—Para nada, ha funcionado con clientes más complicados que tú—comentó—¿y cómo sabrás si uso mis redes sociales?—Jiang Cheng suspiró—eso si es invasivo—susurró—¿cómo lo sabrás?—Jiang Cheng hizo una mueca.

—Puedo acceder a tu servidor, sabré si usas una aplicación o una página web—soltó—¿puedes hacer eso?—Jiang Cheng asintió—claro que puedo, lo he hecho antes, con el servidor de mi hermano—mencionó.

—Es sencillo, sólo son unos códigos matemáticos simples en la computadora y obtengo el acceso a cualquier servidor que quiera—sonrió—hasta un niño puede hacerlo—expresó.

—¿Y porque accediste al servidor de tu hermano?—Jiang Cheng comenzó a checar la cámara—el Netflix francés tiene mejores películas—comentó.

. . .

Jiang Cheng se recostó en su cama, tenía demasiados pensamientos en su cabeza, y mañana se levantaría temprano para seguir la rutina de su cliente.

Observó a su novio, dormido tentado a despertarlo.

—Dong Chul—lo llamó en un susurro, él sólo se movió un poco—Dong Chul—llamó nuevamente, acercándose un poco, logrando que el coreano abriera un ojo.

El coreano le siguió el juego y cerró su ojo, envolviéndose con la manta, Jiang Cheng se rió y lo llamó por una tercera vez—Dong Chul—el coreano lo jaló delicadamente el brazo y lo acorraló en la cam.

Jiang Cheng rió antes de comenzar a besarse con su novio—tienes que trabajar mañana—Jiang Cheng se le quedó viendo con un puchero—no hay problema si llego tarde—el coreano suspiró—bien, pero después de una hora vamos a dormir, no puedes desvelarte seguido—le dió un beso en la frente.

Jiang Cheng asintió y lo observó directamente a los ojos antes de comenzar a besarse.

Claramente, se pasaron de la hora.

. . .

—Ayer entraste a Twitter, Facebook y a Weibo, ¿publicaste algo?—el Lan, quien estaba desayunando, negó—sólo vi unos videos que me mandó WangJi—mencionó.

—"Las cancelaciones en Twitter en realidad no hacen mucho, así que por más que quieran hundir mi cuenta con sus cancelaciones infundadas.." y dices otra cosa que no se interpreta tan bien—comentó—¿sabes que me parece sospechoso? Que te enteraras de mi recaída emocional justamente a esta hora de la mañana—Jiang Cheng fingió una tos—además, llegaste tarde—agregó.

—Tú te levantaste tarde—Lan Xichen le dio un sorbo a su café—JingYi me despertó, de hecho, está regando las plantas—señaló con la mirada al pequeño niño que rociaba con la manguera las plantas en el invernadero.

—Pero me parece impresionante que apenas te enteres de mi reciente escándalo por mi desorden emocional—comentó.

—Bien, ¿quieres qué te lo diga?—Lan Xichen no contestó y negó mientras bebía de su café—lo adiviné mientras hablábamos—Jiang Cheng tragó saliva—he dibujado demasiadas escenas de sexo en mi vida, y sé cómo se ven las personas post coito, me pondría celoso, pero acabo de tomar unas pastillas que me recetó el esposo de Qing Qing, por lo que estoy ligeramente drogado—Jiang Cheng lo miró con una ligera confusión.

—Bien, comenzaré a grabar tu desayuno, te haré algunas preguntas y con eso terminamos el día—levantó la cámara—espera, ¿el día?, ¿no sólo grabarás hoy?—había un poco de emoción perdida en su voz, gracias a la medicación—si—.