|CAPÍTULO 26

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"Solo les voy a decir que gracias por leer y mucha atención a este capítulo."

Fantasía y realidad tan hermosas en su momento, pero con su mal detrás.

—Atermisa115.

Descubriendo misterios, verdades dolorosas.

Omnisciente

Los minutos de magia se estaban acabando, el universo estaba disfrutando ver como estos pequeños chiquillos estaban perdidamente enamorados, pero... El universo no podría ponérsela tan fácil después de todo era su juego y él no era ningún cupido para estar buscando la pareja que él cree perfecta para cada uno, ese no era su trabajo como tampoco puede arriesgarse a dejar que suceda cuando; ¿sentirán lo mismo si se ven fuera del sueño? Yo simplemente los junto, pensaba y las reglas no pueden romperse la realidad no suele ligarse a lo irreal algunas veces tienden a confundirla.

La noche había sido placentera para ambos chicos, aunque Ethan no pudo disfrutarla del todo porque bien dijo que su futuro es incierto y sus encuentros un misterio que conforme a la situación de su intrusa y el no poder encontrar una pequeña pista al menos hacen que un nudo se forme en su garganta comprimiéndolo de miedo.

Al día siguiente Colette estaba pasando por un dolor de cabeza increíble, el tic era muy fuerte al intentar abrir los ojos, por más que lo intentaba no podía. Sus familiares estaban preocupados, su abuela estaba en un estado delicado, pero aun así se encontraba nerviosa, molesta con sigo misma y molesta con Colette, ¿qué carajo sabe esta señora?

La cosa es que su abuela sabía que, aunque su nieta no podía abrir los ojos, estaba disfrutando más con ellos cerrados y temía que abandonara su vida para seguir disfrutando, pero siendo fantasma. Esa señora lo sabe, aunque de lejos no sabemos la razón.

Así pasaron los siguientes tres días, Colette con ganas de amarrarse a Ethan, ya que con él se siente segura, Ethan perdiendo días de clases e inventando excusas solo para estar encerrado en su habitación dándole las atenciones y mimos necesarios a la intrusa.

El sábado había iniciado con bastantes aventuras para Ethan y Colette mientras que su abuela impacientaba a sus padres moviéndose de un lado a otro con los nervios de punta esperando a que Colette despertara. (Yo dudo eso, Ethan la tiene bastante distraída.)

El día acababa, Ethan se encuentra a punto de morir por estrés, está cansado de buscar pista, pero no hay nada, al parecer el universo se aseguró de eso ya que hasta las lenguas las volvió una, una que sea entendible para ambos, para que la lengua no sea una brecha.

El universo supo prepararse y jugar sus cartas.

El suspenso tenía a todos con los nervios de punta Colette tenía cuatros días sin despertar sin presentar nada grave, fácil de entender para los que conocen lo que ella experimenta.

Ethan estaba impaciente moviéndose de un lado a otro en su habitación, la intrusa había estado con él minutos antes y cada que pasaba un segundo Ethan sentía que iba a morir si no sabía de su existencia. Bastante frustrado se tira sobre la cama intentando aparecer de nuevo en el lugar donde se encuentra su cuerpo, pero no podía, la agonía y el desespero no ayudaban a la concentración que se necesitaba. Bastante molesto y haciendo uso de su poca paciencia se pone de pie empezando a ojear más rápido de lo que debería el diario de su abuelo, leyendo aventuras intimas y demás acerca de su abuelo. Era extraño leer la vida privada del mismo, pero era lo más lógico que tenía acerca de los misterios que aparecían en su vida.

Leía y leía y no encontraba nada que le dijera o le revela el lugar de donde podía encontrarse con su pequeña intrusa.

― ¡Carajo! ― chilló en frustración y corazón agrietado pasándose las manos por el cabello.

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