|CAPÍTULO 28

158 37 47
                                    

¿Por qué renunciar a algo tan perfecto?

Sueño

Solo tú y yo.

― No pienses en nada, ¿vale? ― habla la intrusa mientras que con sus pequeñas manos me cubre los ojos.

― ¿Vas a robarme? O ¿Vas a hacer algo similar a lo que hizo el mejor amigo de Adele? ― pregunto divertido.

― Solo déjame concentrar, te va a gustar.

― Bueno...

― Cállate ¿sí? ― se enoja.

Retengo la sonrisa, manteniendo la posición medio doblado que estoy para que ella pueda cubrir mis ojos.

Estoy de espaldas a ella por lo que solo puedo escuchar su tranquila respiración.

La idea era que íbamos a ir a dormir para mañana poder hacerle frente al problema, pero la intrusa no aceptó la idea diciendo que aún falta algo antes de que renunciemos a esto, no quiso decirme y ahora estamos aquí intentando llegar a donde sea que ella está pensando.

― Listo, puedes abrirlo ― dice emocionada.

Abro los ojos despacio agrandándolo demás al ver las maravillas que hay en el frente y todo mi alrededor, ¿estoy en la luna? Joder admirarlo de lejos no se compara con verlo en full HD, estoy aquí, el cielo, joder es hermoso, las estrellas, los colores el que lo esté viendo en vivo y directo, que esté cumpliendo uno de mis sueños hace que una sonrisa nostálgica se plasme en mi rostro.

― Genial, un gracias hubiera sido mejor ― habla la intrusa a mis espaldas sacándome de la hipnosis e involucrarme a otra.

― Joder, ― me acerco alzándola en mis brazos ― esto es una jodida maravilla.

― Claro, ya no soy hermosa ― se ofende.

― Pero si eres un trozo del cielo ― el azul de sus ojos se ilumina, mientras sonríe. ― Gracias intrusa ― reparto besos por todo su rostro sin dejar de mirarla a ella y a mi alrededor, ¿qué mejor que esto? Es una jodida maravilla, me encanta esto.

― Es raro que no lo hayas pensado tú ― acaricia mi cabello con sus manos enviando escalofríos por todo mi cuerpo.

― Es raro sí, pero más raro es que aún no haya hecho esto...

Uno mis labios a los suyos, embriagándome con el sabor a chocolate que los caracteriza, hundiéndome más de lo que ya lo estoy, que sonría mientras la beso solo altera mis hormonas tornando el beso más rápido. Beso su labio inferior mientras ella envuelve sus piernas alrededor de mis caderas aprieto su cintura subiendo mis manos por sus costillas estrechándola más contra mí, mientras mis labios acarician los suyos, sus manos acarician mi cabello y la voy dejando despacio sobre la luna quedando sobre ella sin dejar de besarla.

Que no me aparte me llena de ilusión.

Por fin voy a cumplir mi jodida fantasía.

Quiero hacerlo en la luna... recuerdo haberme echo la idea cuando tenía diez, recuerdo cuando se lo dije a Chris y me llamo princesita ilusa, quise golpearlo por eso, pero tal vez tenía razón dije algo casi imposible, aunque ahora entiendo a las chicas con sus sueños de princesas de los que muchos nos reímos cuando para ellas son algo especial... Ahora estoy aquí a punto de cumplir una fantasía por la cual me llamaron iluso.

Me alejo de su boca repartiendo besos húmedos por su cuello, volviendo a besar sus labios. Mi respiración se va tornando pesada.

Quiero detenerme, pero lo que su cuerpo me provoca no me deja alejarme, deslizo mis manos por debajo de su playera acariciando sus costillas, intentando llegar al sujetador que no lleva, desbocando los latidos de mi corazón, voy a deslizar la playera fuera de su cuerpo pero que comience a temblar debajo de mi me detiene.

LUGARES DIFERENTES © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora