|CAPÍTULO 2

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Mientras tomaba la ducha mil ideas pasaban por mi cabeza, ¿estaba loco él abuelo? ¿Era real la chica con la que soñaba? ¿Sería feliz después de encontrarla? Pero, más preocupante aún ¿lo veía ella igual? ¿Estaba ella buscándolo también?

Pasó un año de la muerte del abuelo, él la buscó por uno y medio eso creo pero, no habían texto de ella, correos, o telegramas, nada supongo que por más que quería al abuelo y confiara en él era algo imposible de creer y respeto tanto al abuelo que si es mentira o no, no voy a llamarle loco ahora solo puedo decir una cosa su realidad era diferente a la nuestra y no puedes hablar de algo que se vea imposible a la vista tú no sabes si pasó o no, antes de salir a acusar sería mejor que te tragues tus comentarios acusativos para que luego no te pase a ti y ahí sí será difícil de creerte, le críticas a alguien y luego te pasa a ti y quieres que te crean ¿irónico no?

― ¿Te vas a quedar parado en el espejo, Ethan? ― dice Kiara desde el marco de la puerta de mi habitación, ― mamá está aquí sería mejor que te pongas una camiseta quiere decirnos algo, dijo que bajemos estará en la cocina te veo abajo y no uses ese jean, ― habla con el papel de mamá que le encanta hacer.

― Tu cierra la boca si no quieres sentarte en el arenero de la casa con una cubeta de agua y poner la radio de la cochera, porque te quitaré el internet hermanita ― le digo algo divertido ella me saca el dedo corazón y sale de la habitación.

Antes de bajar a la cocina y ver qué dirá mi madre si me cambiaré los jeans, saco una bermuda corta blanca de mi closet, con una playera azul con palmitas. Tomo las llaves del jeep, mi móvil y cierro, no me gusta que nadie venga a pasear por mi habitación en especial cuando hay bastantes pinturas por todos lados y las personas suelen ser muy curiosas.

Al bajar las escaleras veo a Kiara que lleva puesto un abrigo eso me hace reír para mis adentros ya que me imagino la cara que pondrá más adelante, mi madre viene saliendo de la cocina con una copa de vino su cabello suelto hacia atrás color castaño, su hermosa falda negra que hace conjunto con una blusa roja y sus pies descalzos, mis ojos los heredé de ella son tan azul que parecen el mismo océano.

― Hola, mamá ― le digo al mismo tiempo que me siento en el sofá.

Ella suelta la copa de vino en la mesa de en medio de los muebles sentándose en frente de Kiara y de mí.

― Ethan, debes cuidar a Kiara tu padre y yo saldremos esta noche y llegaremos tarde, ahora si me disculpan me iré a cambiar su padre está por llegar ― dice levantándose del sofá alejándose por el pasillo y empezar a subir las escaleras.

― Madre de hecho Kiara y yo ya nos vamos ― le digo antes de que llegue arriba.

― ¿A dónde van? ― pregunta dándose la vuelta.

― A una fiesta y luego nos quedaremos en casa de Chris ― le digo, siempre le he dicho a donde voy, aunque mienta en lo del tatuaje y las bebidas, pero no es tanto mentir ella no me ha preguntado del tatuaje para yo decirle que no, así que supongo que solo viole la regla y escondo contarle, es algo loco, pero si leemos bien creo que tiene lógica.

― Vale. Kiara, no te alejes a más de dos centímetros de Ethan y, Ethan, no bebas demás, los veo mañana chicos.

― Te quiero mamá, y disfruta la salida con papá ― suelta Kiara

Mamá asiente con la cabeza y continúa subiendo las escaleras.

― Bien monja, Kiara, vamos a la fiesta ― le digo para molestarla.

― Idiota ― me responde algo enojada.

Camina delante de mí, sale cerrando la puerta después de mí y nos subimos al jeep.

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