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La azabache calló rendida al suelo, ensuciándose el pantalón de tierra. Estaba sudando la gota gorda pero eso no parecía importarle mucho a Reiner en ese momento. Debía admitirlo, cuando el rubio se ponía serio era muy mandón y algo brusco, incluso con ella.
-¿Cansada?
-Como no tienes idea...-respondió jadeante la fémina. Su cuerpo no daba para más. Se dejó caer, sin impórtale que su espalda y cabello se ensuciaran de tierra.
-Aún nos falta ver tu técnica de combate-agregó Reiner mirándola desde arriba
-¡Llevamos dos horas sin parar!-exclamó reincorporándose de golpe- Tiene que haber una consideración, es mi primer día
-Si eres candidata debes de entrenar al máximo- habló- Tener un titán no solo significa cortarse la mano y rugir como un maniático
-Tú lo hacías...
-Pero también daba lo mejor, el acorazado necesita que su dueño tenga una buena condición y una impecable técnica de lucha. Que esté blindado no significa que sea inmune.
-¡Bien! Ya entendí...-refunfuñó como una niña regañada- No necesito escuchar sermones
-No quiero aburriste pero tienes que entender que un titán es una responsabilidad, tienes una perte del destino de Marley en tus manos-comentó mientras se sentaba a un lado de la oji-azul
-Pero...yo no quiero- replicó cabizbaja
-Te entiendo, todos alguna vez estuvimos nerviosos pero...
-No entiendes, Reiner- gruñó frustrada escondiendo su rostro entre sus manos- De verdad no quiero heredar al acorazado, no me agrada la idea de ser un...
-¿Ser un...?
-olvídalo- calló de repente, preocupando al rubio-¿Podemos continuar mañana? No me estoy sintiendo bien...- se levantó del suelo, sacudiendo su ropa de la tierra
-Sí, sí. Está bien-accedió sin pensarlo dos veces, al ver el drástico cambio en la chica-¿Quieres que te acompañe?
-No
Dicho esto, caminó lo más rápido que sus piernas se lo permitieron. Casi al punto de trotar.
Reiner tenía su mirada clavada en la espalda de TN, preguntándose el porqué de su cambio de humor y curioso por la frase incompleta que dejó ella.
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