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Narra TN
Ver a Porco alistarse para el evento de la noche me ponía más que nerviosa.
Las puntas de mis dedos ardían debido a las uñas que habían sido mordidas sin piedad por mí. Mi mente estaba cansada de pensar y formar escenarios falsos. Sin querer, la reaparición de Eren me había afectado más de lo que esperé. No dejaba de preguntarme a mí misma que hacia aquí, solo y en un hospital. Algo en mi me decía que algo malo iba a pasar. Tenía más preguntas que respuestas y eso empezaba a desesperarme.
-Te arrancarás un dedo si sigues así, cariño
Aparte mi dedo índice de mi boca y mirándolo con pena negué.
-Lo siento-dije
-¿Por qué tan nerviosa?
-Por nada-respondí de inmediato
-Creo saber que está pasando-murmuró mientras se acercaba a mí y me miraba con esos ojos verde oliva que tanto me encantaban.- No tienes que ocultarlo...
Apuesto que en ese momento mi cara se deformó en una horrible mueca de terror, yo, hecha todo un maldito manojo de nervios lo miré, esperando a que me dijera que toda mi farsa había sido descubierta y que yo no era más que una vil mentirosa. Pero gracias al cielo no fue así.
-A Willy le encantará el retrato que le hiciste-dijo y pude sentir como un gran peso abandonaba mi cuerpo. Liberé el aire que se acumuló en mis pulmones y con una sonrisa de alivio lo miré.
-Sí, eso espero-solté una risa tan forzada que incluso me gané una mirada confusa de mi esposo- E-Es que no es fácil retratar a alguien utilizando de referencia una fotografía-añadí a mi mentira, con la esperanza de hacerla mas creíble.
-Siéndote sincero, a mí me encantó-me abrazó y sentí como besó mi coronilla- El podrá ser un buen hombre y todo pero si no le gusta la pintura me atrevería a decir que está mal de la cabeza
Amaba cuando soltaba estos tipos de cometarios.
-¿No te vestirás?
Le miré confundida.
-¿Para qué?
-Para esta noche-respondió con obviedad
Y la verdad es que no planeaba estar ahí. Planeaba quedarme en casa y pensar en que estaba planeando Eren.
-No...no sé si sea buena idea estar ahí-dije- Ya sabes, con eso que rechacé heredar al acorazado-me encogí de hombros
-Ven conmigo, por favor-me tomó de ambas manos y con me miró con ojos suplicantes.
