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El silencio en el lugar era abrumador, solitario, a pesar de la presencia de sus cuatro amigos, era obvio que algo le faltaba y no es necesario decir que es.
La tenue luz de las velas era lo único que alumbraba.
Ella estaba quieta en un rincón del lugar, con la mirada perdida y los ojos enrojecidos. Sus labios permanecían secos y sellados, no tenía nada que decir. Desde su llegada a Paradis no tuvo el valor ni las ganas de hablar mucho. Apenas tuvo tiempo de llorar el fallecimiento de su amiga, ni siquiera tuvo el valor de consolar a los familiares de Sasha. ¿Con que derecho podía hacerlo? Ella misma entrenó a la niña que asesinó a la castaña.
Por otra parte, aquellos infantes que se colaron en el dirigible fueron llevados a quien sabe dónde, y TN no tenía muchas ganas de averiguarlo. Su cabeza estaba demasiado ocupada pensando.
Giró sobre su dedo el anillo que hace poco más de dos años había sellado su matrimonio. Y ahora se preguntaba si esa unión seguía. Descartó la idea por completo. ¿Cómo se puede amar a alguien que te mintió por tanto tiempo?
Ahogó un sollozo en su garganta y escondió su cara entre sus rodillas.
-Lamento lo que pasó-habló Mikasa desde el otro lado del cuarto
TN alzó la cabeza y negó.
-No tienes porque-dijo con la voz rasposa- Es mi culpa
-No todo está perdido-intentó animar Connie, pero por alguna razón ese comentario hizo enojar a fémina de ojos azules.
-¿No todo está perdido?-preguntó con molestia e incredulidad- Todos en este maldito cuarto saben que todo se está yendo al carajo, Connie. No tienes por qué fingir, sé que te sientes tan mierda como yo o como Jean, Armin o Mikasa-señaló a los recién nombrados
-Está estresada-dijo suave Armin mirando con pesar a TN
-Lo estoy-bufó- Estoy estresada, cansada, enojada... ¡Mierda!-exclamó dando un golpe al cojín que se encontraba a su lado- Hoy perdí a dos personas importantes para mí y a una de ellas no la volveré a ver jamás.
-Puedes volver a ver a tu esposo-añadió Mikasa intentando aliviar
-¡No puedo!-gritó sintiendo sus ojos arder- No querrá verme después de esto. Y la verdad no planeo verlo de nuevo. ¡Lo perdí! Ya no tengo nada mas-miró a sus amigos- Solo...solo los tengo a ustedes. Perdónenme.
-Ya estabas perdonada-dijo Jean y para el alivio de TN, sonrió, una sonrisa débil pero sincera.-Aunque no se tenemos que perdonarte exactamente.
-Ustedes...ustedes han sufrido mucho, chicos-conectó su mirada con la Armin- Lamento que todo esto haya tenido que pasar, no lo merecen...
