¿Un sueño?

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Lo miraba a los ojos, mientras recorría cada parte de su rostro «—¡No dejes que lo haga! —Gritaba en medio del llanto. —¡Déjala Azrael! —Gritaba mientras corría hacia nosotros.» Esto ya lo había vivido, esto del vuelo; yo ya había volado.

—Azrael... —Dije en un susurro muy bajo cuando sentí un frenazo. —¿Que sucede? —Pregunte con miedo a escuchar la respuesta, algo me decía que estuviéramos alerta y que Azrael estaba en medio pero... ¿Quien es Azrael? 

—¿De donde sacaste ese nombre? —Miro a un punto fijo en el cual solo había fuego, al parecer algo se incendiaba. —Sostente fuerte y no mires atrás, hunde tu cara en mi pecho, y no pares de rezar... Pase lo que pase, no me sueltes. —Algo pasaba y era algo malo, tenía miedo así que hice lo que me dijo, me aferre a él y escondí mi rostro en su pecho, solo podía escuchar el ruido de las grandes alas de Michael ir encontrá del viento para agarrar vuelo.

Pero también había otro sonido uno irritante, eran risas; risas como de las hienas pero cada vez más fuerte, se estaban metiendo en mi cabeza haciéndome perder el control por completo. Gracias al molestó ruido mis instintos me dieron por soltar a Michael y tapar mis oídos pero ni de respirar me dio tiempo pues estaba cayendo desde una altura muy alta, había sido tan tonta como para soltarlo, mi pecho dolía por la gravedad y a la velocidad que caía me faltaba el aire y varios de mis huesos empezaban a romperse «Ers hora, iba a morir»
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3:12am

Desperté saltando de la cama, literal había salido de la misma y ahora me encontraba enredada en las sábanas con la cara en el piso. Cómo pude me levanté y entonces vi todo y lo vi a él, corrí hasta alcanzarlo y abrazarlo pero no pude, aunque quisiera solo lo rodeaba, no podía sentirlo es como si solo lo estuviera imaginando pero yo sabía que estaba ahí, podía sentirlo su mirada no mentía.

—¡¿E-estas bien?! —acaricie su rostro sin poder sentirlo y entonces me di cuenta de mi. —¡¿Estoy viva?! ¡Azrael, donde está! —Estaba en medio de un ataque de pánico, había perdido la razón y realmente estaba volviendome loca.

—¡Suéltame! ¡¿Que haces?! —Me alejo de él con fastidio. —¿Azrael? ¡¿De que hablas niña?! —Dijo mientras me miraba desconcertado y disgustado, su mirada de siempre

—¿Q-que? D-de Azrael, e-el quería m-matarme y-yo vi tus, tus... —Entonces me di cuenta que nada había sido real, todo había sido nada más que un mal sueño pero si entonces fue un sueño como llegué aquí? —¿Q-quien me trajo? —Pregunte con voz temblorosa.

—Tu chico te trajo, estabas drogada ¡Ese idiota te drogo para que te acostarás con él! —Grito mientras hacía puños sus manos. —Pero pagará por eso... —Dijo en un susurro que no logré escuchar.

—¿Q-que? No, claro que no ¡El nunca haría eso! —Lo enfrente.

—¡No me grites! —Dejo salir un rugido que lastimo mis oídos y a la vez me lleno de miedo de los pies a la cabeza, su mirada era oscura reflejaba odio y rencor, nadie mejor que él conocía mis miedos y deseos más profundos al igual que mis secretos.

—N-nada fue real... —Sentencie al borde del llanto dejándome caer frente a él, ¿Que me estaba sucediendo? No más, volveré a ser quien era  y él no me lo impedirá. —Tu... E-eres un monstruo, ¡Eso eres un monstruo! Eres malo, eres despiadado... ¿¡QUE HICE MAL PARA MECER ESTO!? —Habia perdido la batalla, m había desmoronado frente a él, pero no me importa lo que más quería murió hace dieseis años y ahora solo queda una parte de ellos acá.
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5:00am

Ya son las cinco de la mañana y yo aún no he podido dormir, no tengo sueño y después de aquel sueño no creo que me queden ganas, me encuentro en el balcón preguntándome que tanto vale mi vida como para no aprovechar y salir de la vida de todos.

—¿Porque las personas son tan tontas? —Dijo a mis espaldas.

—¿Que es lo que quieres? —Ya no tenía ganas de pelear.

—Creen que la muerte lo soluciona todo, que puedes descansar luego de dejar esté mundo.... Pero mírame, llevo muerto desde el año 195 y no estoy descansando. —Suspiro. —Si piensas en hacer algo, primero hazlo en ti, mirate al espejo y has el cambio tu... De ahí empieza todo.

—N-necesito decirte algo, seguro tú lo hiciste pero aún así quiero decirlo... —Algo me hacía creer que podía confiar, algo me decís que tenía que hacerlo aunque me avergonzara debía hacerlo. —Tuve un sueño o una pesadilla muy pesada —Me senté en el suelo apoyada de la pared al igual que él. —Estabamos en u-un callejón y tenías unas grandes a-alas... Brillaban mucho y tú estabas a-avergonzado, dijiste que tenerla así e-expuestas podrían m-meternos en p-problemas —Lo veía nervioso, su mandíbula era tensa y su mirada decía algo como si fuera un acertijo. —Me llevaste por los cielos y... Y entonces tuve como una especie de recuerdo dónde nombraba a... —Lo pensé dos veces bien y proseguí. —Azrael... Y fue lo peor que pudo pasar, me dijiste q-que no dejará de rezar y escondiera mi cara pero que nunca jamás te soltara, y entonces unas... —Estaba temblando, estaba perdiendo el control y mi voz comenzaba a llevarme la contraria. —Unas risas estaban sonando por todos lados, eran como la de las hienas, sonaban una y otra vez cada vez más cerca hasta lastimar mis oídos, no soportaba y entonces... —Ya no podía, me encontraba en una esquina hablando con un hombre que no está, mientras lloraba en su mirada había un brillo, algo que nunca había visto en él. —Te solté para tapar mis oídos. —Sentencie mientras limpiaba mis lágrimas. —No tuve tiempo de nada, ni de gritar ni de intentar jalar de tu camisa pero ya era tarde, estaba cayendo demasiado rápido, perdía el aire y mis huesos se rompían por la presión al caer y a la velocidad que iba y lo último que pude ver antes de despertar fue tu mirada aterrada que no se despegaban de mis ojos... —Llore aún más. —¿Por qué lo hiciste? ¡¿Por qué me dañas así?!

—T/N es por tu... —Alguien interrumpió entrenado a la habitación.

—¿Hija? ¿Que haces despierta a esta hora? —Miro mi estado y al lugar que miraba con fastidio y rencor donde se suponía que estaba Michael. —¿Con quién hablas? —Pregunto temeroso.

—Con un amigo. —Sentencie.

«Aunque me atormentes eres quien está conmigo siempre, y si eres una maldición o mi maldición; entonces solo pido que nadie la rompa»



CONTINUARÁ.

UN AMOR DEL MÁS ALLÁ | Michael Jackson [PRIMER LIBRO] Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora