No está sola.

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—¿Nao que sucede? —Dijo la chica rubia de cejas pobladas.

—¿No lo ves? —Pregunto sorprendida. —El hombre de blanco de rizos, ¿Enserio no lo ves? —Sentia miedo eso era obvio.

—¿De qué hablas? No hay nadie Naomi, ven manos con los demás. —Intento arrimarla con los demás pero entonces...

—Oh por dios, me acaba de sonreír. —Escondio su rostro en el pecho de Brooke mientras intentaba calmarse. —Llevame de aquí, por favor Brooke, llévame de aquí. —La miro a los ojos sintiendo el verdadero terror o al menos eso creía ella.

—C-claro, ven vamos al auto. —Ambas se dirigieron y subieron para ir rumbo a la casa de la familia Campbell.
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Se bajaron y la casa se encontraba sola, los padres de la chica habían salido del país por negocios y compromisos dejándola a ella valerse por sí misma, Brooke no duró ahí más de hora y media pues debía irse rápido porque su madre la esperaba para cenar; así que solo se quedó ella y el viento en aquella mansión cuando una gran tormenta cubrió por completo la cuidad. La pobre se sentía asustada, así que subió hasta su recamara donde encontró una nota extraña con la letra de su madre.

¿Eres ruda? —Repitio ella al leer la nota, seguro se trataba de una broma y eso la hizo enojar.

Entró una vez más en uno de sus ataques de rabia donde se dedicaba a Lanzar, golpear y romper todo lo que estuviera en su camino pero algo la detuvo, fue el fallo de la luz, como empezaba a titilar de una forma realmente escalofriante. Su cuarto de había convertido en una cabina de frío, como si de una nevera de tratase, la temperatura había bajado demasiado y entonces con muy poca luz pudo divisar algo o mejor dicho a alguien.

—¿No te han enseñado a respetar a las personas? —El hombre de rizos era visible para ella solo a través del espejo.causansole aún más terror por el simple hecho de no tenerlo de frente.

—¿Q-quien eres tú? —Sus lágrimas empezaban a caer y sus manos no paraban de temblar.

—¿Quién soy? Yo soy Michael Jackson —La sonrisa, otra vez esa sonrisa que dan ganas de estar bajo tierra para no volverla a ver, esa sonrisa que te hace llorar de miedo solo con imaginarla. —¿No sabes quién soy? ¿Ya no quieres que T/N nos presente? —Dijo burlón mientras aún sostenía aquella sonrisa.

—¿Ella te mando? —Pregunto temerosa.

—Te equivocas, nadie manda sobre mi. —Dijo poniendo su rostro serio.

—¡Si lo hizo La mataré! ¡LO JURO! —Su plan era verse ruda y así se podría ir.

—Y entonces el espejo se rompió como un estallido, lo había hecho enojar y eso no era nada bueno. —¡PRIMERO TE MATARE YO ANTES DE QUE LE PONGAS UNA MANO ENCIMA! —Grito en su rostro dejándose ver frente a frente, la furia que sentía y el rencor de saber lo que ella había hecho lo tenia cegado. —¡¿Quién te dio el derecho de avergonzar a mi chica?! ¿¡QUIEN!? —Sin tocarla la levantó y la aventó a un lugar de la habitación. —¿Sigues sin recordarme? Soy el chico de la foto que le robaste cuando cortaste su rostro. —Dijo un poco más calmado.

—No m-mas. —Dijo apenas en medio del llanto mientras se reincorporaba.

—Se agachó hasta quedar a su altura y tomó su rostro para levantarlo bruscamente y así lo viera. —¿No crees que te hace falta a ti también una marca? —Dijo mientras dejaba ver su otra mano libre transformada de una arrugada, verdosa y con grandes garras. —¿En tu cuello? —Paso sus garras por el cuello de la chica. —¿Tu pecho? —Bajo hasta ahí. —¿O tu rostro? —Su sonrisa desquiciada se había hecho visible causándole más terror a Naomi quien ahora solo lloraba. —Claro, así están la dos a mano.

—P-por favor n-no lo h-hagas —Suplicaba en medio del llanto. —P-por lo q-que más q-quieras, no lo h-hagas. —Intentaba poner sus manos pero solo conseguía ser lastimada por las filosas garras de Michael.

—La tomó del cabello con fuerza. —¿Por lo que más quiero? Lastimaste a quien más quiero y ahora estás pagando por lo que hiciste. —Coloco su garra en posición para hacerle la misma herida que ella le hizo a T/N.

—¡No por favor te lo ruego! —Lloraba a cantaros, suplicaba por su vida.

—¿Hueles eso? —Ella solo lo miro apenas. —Así huele el miedo, como el que ella sintió al momento de sentir el filo de esas tijeras en su cara ¿Que se siente suplicar por tu vida? Ahora sabes que se siente el miedo, saber que estás al borde de todo. —La soltó y se levantó dándole la espalda. —Te metiste con la persona equivocada Naomi, te metiste con T/N y ella no está sola. —Y entonces una ráfaga de viento se hizo presente, ya se había ido.

—¡No! —Desperto sudando, pensó que se trataba de un sueño pero los moretones estaban ¿Que significa? —Ella es peligrosa...
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—¿Que hiciste? —Pregunto ella un poco preocupada.

—Solo una visita amistosa, no más. Dijo mientras balanceaba sus pies sin tocar el suelo. —Te ves bien de rubio ¿Sabías? —Sonrio, pero de una forma agradable que a ella la hizo sonrojar.

—Gracias... ¿E-enserio lo crees? Creo que extrañare mi cabello castaño... —Dijo ella un poco desanimada.

—¿Por qué? Los cambios nunca están de más... —Toco su hombro y ambos se sorprendieron.

—M-me tocaste... ¿Como? —Estaba atónita por lo que había sucedido al igual que él.

—N-no lo se... ¿Sabes algo? Cuando era niño, yo no era como me ves, yo era un niño afroamericano; bueno lo sigo siendo pero ahora perdí aquel color.

—¿Eras de color? —Pregunto atónita.

—Si, y mi rostro no era como es ahora, mi nariz era ancha y gordita, mi cabello era afro y mis labios eran más rellenos.... Con el paso de los años me descubrieron una enfermedad que para aquel entonces era una anomalía, vitligo.... Eso hizo que mi pigmentación se perdiera y ya para mis treinta y seis años era blanco, recorte mi nariz y alize mi cabello, todos s cambiamos en algún momento y aunque mi físico no sea el mismo de muchos años atrás, mi personalidad no cambia. —Estaba ruborizado, hablar de él era algo nuevo.

—No puedo imaginarte de otra forma pero sé que me gustará verlo. —Sonrio intentando darle ánimos.

CONTINUARÁ.

UN AMOR DEL MÁS ALLÁ | Michael Jackson [PRIMER LIBRO] Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora