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❝No importa cuantos días, meses o años pasen, ni cuanto el mundo y las personas cambien, hay cosas que el corazón simplemente se niega a olvidar.
JiMin lo sabía a la perfección.
Él había planeado una vida junto a la persona que amaba, sin embar...
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—¡TaeHyung no corras!
El pequeño niño castaño ignoro las advertencias de su padre y siguió corriendo por toda la arena de la playa hasta que sus diminutos piecesitos se enredaron entre sí provocando que cayera de cara a la otra la arena haciéndole llorar de inmediato.
JiMin salió corriendo directamente a Tae quien seguía boca abajo sobre el suelo con toda su carita llena de arena.
—Te dije que no corrieras pero eres un bebé tan necio. A ver ven aquí.
Mientras JiMin se agachaba a su altura para sacudirle la arena y asegurarse de que no tuviera heridas, YoonGi llego hasta ellos con JungKook en brazos quien rápidamente pidió ser bajado para revisar el estado de su hermanito.
—¿TaeHyungie se lastimo?
—No cariño, solo se ha llevado un buen susto y creo que comió algo de tierra.
Minutos después en donde el menor de los infantes fue mimado y llenado de besitos tanto de sus padres como de su hermano, todos se encontraban en la orilla recolectando corales que llegaban con las olas.
Las cosas realmente habían mejorado durante el último año, ahora podían salir juntos sin ningún temor a ser perseguidos o vigilados, habían logrado retomar el ritmo de su vida al menos en su mayor parte.
Por supuesto fue un proceso sumamente difícil, después de que YoonGi fuese dado de alta del hospital JiMin busco ayuda profesional, le habían diagnosticado con trastorno por estrés postraumático debido no solo al secuestro de los niños si no también por todo lo anteriormente vivido tanto con YoonGi como al quedarse solo. Su vida había sido un constante tirón de emociones mayormente negativas que habían destrozado la mayor parte de su estabilidad emocional y mental.
Comenzó a asistir a terapias con un psiquiatra y aunque en un principio fue terrible remover todos sus problemas porque las pesadillas habían vuelto haciéndole imposible estar cerca de Min una vez más, era necesario sacar todo lo que se hubo guardado por años. Sus síntomas se volvieron tan constantes que se vio en la necesidad de ser medicado con ansiolíticos para calmar los ataques de ansiedad que no parecían querer abandonar su vida, era horrible estar medicado la mayor parte del tiempo viajando entre la neblina de pensamientos vagos que no podía controlar y tratando de ser fuerte cada vez que sus pequeños bebés lo visitaban.
Se había visto casi obligado a pasar tres semanas internado en el hospital pues su anemia se complico a causa de los fuertes medicamentos que consumía dejándolo tan débil que permanecer despierto era una verdadera lucha consigo mismo, durante ese duro periodo llegó a pensar que no sería capaz de lograrlo, temía no ser lo suficientemente fuerte como para poder salir de ese hoyo en el que estaba metido hasta el cuello, afortunadamente sus pequeños rayos de luz estaban ahí para él diciéndole lo mucho que lo amaban y cuanto deseaban volver a su lado de nuevo así que cuando sentía que estaba a punto de rendirse solo debía pensar en sus bebés que le esperaban con los brazos abiertos y todo seria mucho más fácil teniendo a dos rayitos de luz que se volvieron su motivación más grande.
