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❝No importa cuantos días, meses o años pasen, ni cuanto el mundo y las personas cambien, hay cosas que el corazón simplemente se niega a olvidar.
JiMin lo sabía a la perfección.
Él había planeado una vida junto a la persona que amaba, sin embar...
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La puerta de la entrada trasera se abrió de golpe revelando a un muy malhumorado y totalmente mojado JiMin.
—Hey JiM.. ¿Qué rayos te pasó?
—Me pasó, que un idiota que no sabe conducir con cuidado ¡me dejó como trapo de cocina! ¡Y de los sucios!
SeokJin estaba mordiendo sus labios para evitar soltar una enorme carcajada, ver a su amigo todo enojado y completamente empapado de pies a cabeza le parecía gracioso, sobre todo porque el castaño inflaba sus mejillas hasta dejarlas rojas.
JiMin dejó las bolsas con las compras en el suelo, se quito los zapatos húmedos y sacudió un poco su camiseta exprimiendo los bordes, el agua sucia del charco lo había mojado por completo, él estaba casi seguro de que hasta había tragado de esa agua, definitivamente odiaba que estuviesen arreglando la calle, pues dejaban enormes huecos que solían llenarse de agua cada que llovía.
—Creo que deberías cambiarte, no es por ser malo pero hueles a húmedo, y quien sabe algún animalito pudo haber hecho sus necesidades en esa agua.
Era claro que Jin sólo quería molestarle un poco pero JiMin no pudo evitar imaginar tal escena y su rostro se deformo en una obvia mueca de asco.
—Me iré a duchar, ahora mismo.
—Ah pero Minnie se nos acaba de ir el agua y no podemos gastarnos las reservas, ya sabes la pastelería lo necesita.
—No me digas eso, ¿que se supone que haga? Huelo a perro mojado.
La característica risa de Jin lleno la parte trasera de la cocina al ver el pronunciado puchero lleno de frustración en JiMin.
—Lo siento Minnie, sólo quería reírme un poco, tenemos suficiente agua.
—¡Eres tan cruel!
—Anda ve a darte un baño pequeño cachorrito Shihtzu.
—Uh no me siento como un cachorro sucio ahora, mejor ocúpate de la cocina.
JiMin pasó por su lado escurriendo agua directo a la habitación de descanso en donde por suerte tenían un baño con regadera incluida pues los primeros días en los que el personal era escaso, él solía incluso dormir ahí junto a su pequeño bebé.
Después de una larga ducha en la que había limpiado minuciosamente cada espacio de su piel, JiMin salió vistiendo unos pantalones rasgados y una camiseta con cuello bajo que mostraba sus clavículas, se sentía bastante expuesto pero era lo único que tenía en su lugar de trabajo.
