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❝No importa cuantos días, meses o años pasen, ni cuanto el mundo y las personas cambien, hay cosas que el corazón simplemente se niega a olvidar.
JiMin lo sabía a la perfección.
Él había planeado una vida junto a la persona que amaba, sin embar...
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—Bienvenido al mundo, JungKook.
Su hijo se llamaba Min JungKook, era un bebé precioso de ojos grandes y brillantes, tan pequeñito, no entendía como es que Do no había querido sostenerlo cuando nació.
Después de varios meses de tormento en los que había decidido vivir bajo el mismo techo que Woon para asegurarse de que el mayor no cometería alguna locura en contra del bebé, su pequeño Kook tenía apenas media semana de haber nacido, su corazón estaba lleno de emociones encontradas.
Estaba inmensamente feliz pues por fin era padre, tenía un hijo, pero también sentía su corazón etrujarse cuando recordaba que esa pequeña bolita rosada no era de JiMin y de él.
JiMin... ¿En dónde estaría?
El tiempo había pasado ta rápido, aún tenia momentos en los que desearía despertar de la horrible pesadilla en la que se había convertido su día a día, pero era como pedir que Kook no naciera y él de verdad amaba a su pequeño hijo.
A veces pensaba que ciertamente, en la vida no lo puedes tener todo.
Se había mudado con Woon y aunque le hubiese encantado que las discusiones se detuvieran, el gusto de la tranquilidad sólo duro hasta que Kookie había decidido comenzar a moverse dentro de su otro padre.
Quería estar equivocado y simplemente dejaba pasar las palabras desagradables que el mayor le dirigía a su propio hijo, YoonGi suponía que estar embarazado era difícil y según Woon, doloroso, así que ahora que JungKook había nacido esperaba que eso cambiará al menos con el bebé.
Lo que menos quería era hacer sufrir a alguien más por culpa de sus erradas decisiones.
—¡Min YoonGi ven aquí ahora mismo!
Claro, las cosas iban a cambiar.
Que estúpido había sido al pensar eso, el pequeño Kook estaba por cumplir cuatro años y Woon era tan irresponsable con él que... Lo desconocía.
—Deja de gritar ¿Qué pasa ahora?
YoonGi le respondió mientras iba caminando con fastidio hasta la cocina, escucho la alterada voz de Woon hablarle a alguien más y enseguida apresuró el paso.
No de nuevo por favor.
JungKook se encontraba sentado abrazando sus piernas para ocultar su rostro mientras lloraba silenciosamente en la esquina de la cocina junto al refrigerador, tenía su ropa y cabello húmedo de lo que parecía ser leche.
—¡Ves lo que hizo ese mocoso!
YoonGi paseo la vista por el lugar e ignorando la irritante voz de Do se agacho frente a su hijo y lo abrazo hablándole suave al oído.
