✍ ||
❝No importa cuantos días, meses o años pasen, ni cuanto el mundo y las personas cambien, hay cosas que el corazón simplemente se niega a olvidar.
JiMin lo sabía a la perfección.
Él había planeado una vida junto a la persona que amaba, sin embar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☾
No estaba por ningún lado.
Sus ojos no dejaban de recorrer el lugar buscando la más mínima señal de JiMin, pero no había absolutamente nadie siquiera parecido a él.
Con pesar devolvió su vista al menú que tenía en frente y estaba a punto de perderse en sus pensamientos una vez más hasta que la campanilla de la puerta sonó haciéndolo levantar la mirada por inercia y entonces... Ahí estaba.
El más perfecto hombre que había perdido gracias a sus malas decisiones.
Con el cabello de un rosa brillante, los hermosos ojos café claro que recordaba a la perfección, y su sonrisa...
Una ligera sonrisa pintada en su precioso rostro mientras pasaba frente a su mesa al lado suyo sin siquiera notarlo.
Su boca se secó y por algunos segundos olvido como respirar correctamente mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y su corazón latía desesperado por el sin número de emociones encontradas.
—Asi que realmente era por eso que querías venir aquí, Min.
La voz de Do lo trajo de vuelta a su realidad, se había perdido tanto siguiendo la figura de JiMin hasta la cocina que por un momento se olvidó de quien estaba con él.
—No sé de qué hablas.
—Ah, tú de verdad crees que soy estúpido... No te preocupes cariño, disfrutemos de nuestro momento juntos.
YoonGi no supo realmente como responder así que se limito a quedarse e silencio, a veces Woon parecía tener todo planeado.
JiMin había entrado casi corriendo a la cocina, la azúcar se había terminado y de nuevo fue él quien tuvo que ir a comprarla porque todos sus trabajadores estaban saturados.
—Hey Minnie, se que casi normalmente sólo estas en la cocina pero necesitamos ayuda con las mesas ¿crees que podrías atender la mesa cuatro y siete?
—Si claro, dame un minuto y salgo.
En total eran cinco empleados, SeokJin y JiMin cocinaban mientras TaeMin, YeSung y JiSoo atendían las mesas, pero cuando el lugar se llenaba, ya fuese a Jin o JiMin les tocaba salir a levantar pedidos por ratos.
El pelirosa se ajusto el delantal a la cintura y tomó la libreta donde apuntaba los pedidos de los clientes, salió con una sonrisa de la cocina ajustando su camisa y en cuanto levanto la mirada para ir a la mesa cuatro, su sonrisa desapareció.
No podía estar equivocado, era él.
Era YoonGi, estaba justo al frente de él, sonriendo... Con su familia.
Todo su mundo se removió y se sintió mareado, tuvo que sujetarse un momento de la barra y respirar profundamente para retener las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.
