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❝No importa cuantos días, meses o años pasen, ni cuanto el mundo y las personas cambien, hay cosas que el corazón simplemente se niega a olvidar.
JiMin lo sabía a la perfección.
Él había planeado una vida junto a la persona que amaba, sin embar...
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YoonGi estaba desesperado.
No había ni un solo rastro de JiMin, se sentía tan estúpido por pensar en que quizá seguiría en aquel departamento, lo más seguro era que odiara el lugar después de todo lo que había pasado pero muy dentro de él hubiera deseado que siguiera ahí, recordaba haberle llamado pero la línea iba directo al buzón, era de suponer que hubiese cambiado su número.
JiMin lo odiaba, estaba más que convencido de ello.
Y aunque ni siquiera estaba seguro de por qué había ido a buscarle y de dónde había sacado el valor de hacerlo, tan sólo necesitaba verlo una vez más, aunque le gritara y lo golpeará. YoonGi estaría feliz de al menos haberlo visto, pero ahora no tenía ni la más remota idea de en dónde podría estar su chico, sabía que no tenía familia en Daegu y que era muy poco probable que hubiese regresado a Busan.
¿Y si le había pasado algo?
No, eso no podría ser verdad, los muebles y demás cosas que una vez estuvieron llenando el lugar ya no estaban, simplemente algunas cajas con sus pertenencias, lo que significaba que Minnie se había ido, eso sonaba más lógico.
Sin poderlo evitar lágrimas se encontraban bajando por sus mejillas al recordar lo que hacía casi seis meses había pasado en ese lugar, no había tenido cara de enfrentarse al menor antes y justo cuando había sentido esa ansiedad y angustia por saber de él y lo buscaba...
JiMin simplemente había desaparecido.
Lloró todo lo que aquella noche se guardo y cuando no tuvo más fuerza para seguir haciéndolo, suspiró derrotado. Ya no había nada más que hacer era demasiado tarde, se levantó del suelo empolvado dándole una última mirada al departamento que alguna vez estuvo lleno de risas y buenos momentos, limpio el rastro de las lágrimas traicioneras en su rostro y salió guardando las llaves en su bolsillo junto al dolor en su corazón roto.
Cuando volvió al que era su nuevo departamento, se encontró con Woon esperándolo frente a su puerta.
—¡¿En dónde rayos estabas?! Llevó horas esperándote, esta cosa que llevó dentro solo ha estado fastidiando ¡hazte cargo!
—Esa cosa como dices, es tu hijo.
—No me importa, necesito que compres leche de platano tu cosa me esta exigiendo eso tan desagradable.
—Deja de hablar así, es de mi hijo de quien hablas.
—Bien pues ve y consigue lo que quiere, más vale que respondas mis llamadas Min YoonGi porque estoy muy embarazado para venir hasta aquí ¿que pasa si en medio del camino me caigo ah? ¿Quieres que también aborte como ese niñito defectuoso?
—Cierra tu jodida boca, no sabes de lo que hablas.
—¡Claro que sé de lo que hablo? ¿Te duele reconocer que la basura que tenias de noviecito no sirve ni para darte hijos? Por eso regresaste a mi, no seas tan cínico conmigo muy bien sabes que te metiste en mis piernas aunque seguías con él.
