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❝No importa cuantos días, meses o años pasen, ni cuanto el mundo y las personas cambien, hay cosas que el corazón simplemente se niega a olvidar.
JiMin lo sabía a la perfección.
Él había planeado una vida junto a la persona que amaba, sin embar...
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Era un fastidio tener que estar escuchando el sonido de la máquina que marcaba sus constantes latidos, tenía poco más de cinco semanas en el hospital y ya no encontraba la hora de irse, juraba que si no le daban el alta pronto entonces se escaparía del lugar.
Se sentía perfectamente bien, bueno su hombro aún dolía bastante si trataba de moverlo mucho y según los doctores existía una gran probabilidad de que nunca pudiese recuperar la movilidad en su totalidad aún con terapias pero jamás se iba a arrepentir de haberse metido entre JiMin y la bala que iba directa a la frente del pelirosa.
Suaves golpes se escucharon tras la puerta y sonrió enternecido al saber de quien se trataba.
—Adelante.
Respondió alto y de inmediato la habitación se lleno de risitas que calentaron su corazón.
Los pequeños niños corrieron y treparon a la camilla para rodear en un abrazo a su padre mientras eran llenados de besitos.
Recuperarlos había sido un verdadero calvario pero ahora sus dos pequeños estaban sanos y a salvó saltando por la habitación mientras reían animados. Woon los había tenido ocultos en la casa de su tío el reconocido e intachable médico Do ShanHo que ahora se encontraba preso tras las rejas después de haber encontrado múltiples procedimientos clínicos alterados bajo su supervision entre ellos la fecundación in vitro de JiMin que afortunadamente no logró su cometido de destruirle los tejidos del útero causándole una irreversible infección, sin mencionar que cargos como complicidad en el secuestro de dos menores y el lavado de dinero lo mantendrían encerrado por el resto de su miserable vida pues al haber confesado sus crímenes no existía ni una sola posibilidad que lo ayudará a escapar.
Ni YoonGi ni JiMin olvidarían jamás a sus pequeños corriendo entre lágrimas hasta sus brazos cuando los oficiales los sacaron de la oscura habitación. El sótano en donde los menores estuvieron era un lugar lleno de polvo con un montón de madera vieja junto a rollos de cables y máquinas de jardinería averiadas, los niños estaban en condiciones altamente preocupantes para los mayores pues tal parecía que no habían comido más que galletas y agua durante el tiempo que Woon los retuvo en contra de su voluntad.
JungKook había protegido a TaeHyung enfrentándose a la ira de quien suponía ser su padre pero por fortuna la maldad en el corazón del médico no era la suficiente como para permitir que la amargura de su sobrino se viese reflejada en golpes contra los menores aunque lastimosamente no pudo detener los gritos ni darles comida decente debido a que estaban bajo llave.
Las constantes citas con la psicóloga habían revelado que la razón del reciente temor del pequeño TaeHyung a la oscuridad, era debido a que el lugar donde estuvieron lo dejaban completamente a oscuras mientras los niños no tenían más opción que acurrucarse en una esquina sobre un viejo y sucio colchón con resortes saliendo en múltiples direcciones mientras lloraban pidiendo por sus padres.
