"Wakanda jamás permitirá una extranjera en el trono, pero daré mi vida si es necesario para que ella porte la corona"
Disclaimer: Ningún personaje de Marvel me pertenece.
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Los acontecimientos en Sokovia habían acaparado la atención de Los Vengadores, dejando al mundo —y principalmente a su ciudad residencial— desprotegida.
T'Challa y Sarah caminaban por las calles de Nueva York, la firme mano del príncipe descansaba en la cintura de la chica, con frecuencia miraba a su espalda, las Dora Milaje los seguían discretamente, y siempre manteniendo distancia, justo como lo había pedido; Giraron en Tifanny's y T'Challa desacelero el paso con la idea de entrar a darle un vistazo a la joyería. Sabía que su novia disfrutaba la sencillez y siempre se negaba a regalos costosos, pero el príncipe siempre solía ignorar las quejas.
Apenas T'Challa se acercaba al oído de Sarah para proponerle entrar cuando un estrepitoso estruendo estalló. Una ventana fue rota desde adentro enviando grandes fragmentos de cristal disparados. Al siguiente instante, T'Challa cubrió con su cuerpo el de Sarah derribándola con el encima para evitar que el cristal de la ventana la hiriera.
Sarah cerró los ojos debido al impacto. Trató de hablar pero T'Challa ya estaba de pie y la tomaba de la cintura para levantarla. Un segundo estruendo hizo pedazos otra ventana y Sarah alzó los brazos para protegerse; Oía la voz de T'Challa distante y sentía sus brazos rodeándola.
La vista de Sarah se aclaró; Divisó polvo y personas corriendo, T'Challa le hablaba mientras su brazo rodeaba su cintura pero no podía distinguir lo que hablaba. Sarah se dejó llevar y sus piernas temblaron al moverse. Dejaron la calle de riesgo a paso rápido y T'Challa se detuvo al costado de un auto para inspeccionar el rostro de su novia
— ¿Estás bien?
Sarah ahora podía oír con mayor claridad y asintió. Sintió que el brazo derecho le ardía y echó un vistazo para observar una larga línea de sangre atravesándole desde el codo hasta la muñeca. T'Challa pareció advertirlo también y observó la herida con rostro preocupado. Antes de que Sarah pudiera tranquilizarlo, un par de mujeres se acercaron a ellos. Sarah jamás las había visto antes, eran altas e imponentes; Tenían entre las manos algo que no logró distinguir,
— Tenemos que irnos majestad
Sarah no entendió lo que decían, pero alzó los ojos sorprendida al ver que T'Challa asentía y tomaba de nuevo la cintura de Sarah con suavidad
— Hay que alejarnos de aquí — le dijo T'Challa — Sube al auto preciosa
— ¿Quiénes son ellas? — logró murmurar antes de hacer lo que T'Challa le pedía.
El príncipe se sentó junto a ella en los asientos traseros mientras que las Dora Milaje ocupaban los delanteros; El auto avanzó y Sarah giró para mirar a T'Challa
— ¿Quiénes son ellas? — repitió —¿Qué es todo esto?
— No sé quién haya ocasionado el ataque — respondió —Pero puedes confiar en ellas — aseguró mientras ladeaba la cabeza para señalar a las Dora.
Después de eso, se acercó a Sarah y besó su frente, la rodeó con delicadeza y la recostó sobre su pecho
— ¿Sabemos quien es el responsable? — preguntó T'Challa en Xhosa
— No — respondió una de las mujeres — Pero parece tratarse de un asalto
— Vamos al hotel — habló una vez más
Sarah observó que las calles de Nueva York comenzaban a despejarse. Jamás creyó que sus vacaciones se transformarían eso. Llegaron al hotel y T'Challa la encaminó hasta su habitación, las Dora hicieron un asentimiento antes de colocarse de pie junto a la puerta para esperar afuera. Sarah las miró confundida una vez más mientras T'Challa cerraba la puerta de la habitación, dejándolos solos.
— T'Challa — llamó. El príncipe la miró mientras se despojaba de la chaqueta —¿Podrías decirme que diablos está pasando?
— Primero me gustaría asegurarme que estás bien — respondió acercándose a ella. Tomó el borde de la blusa de la chica pero antes de que pudiera alzarla, Sarah se apartó
— Respóndeme
T'Challa soltó un suspiro y le dio un rápido vistazo al brazo herido de la chica antes de responder — Hay algo sobre mí que no te he dicho
Sarah tragó en seco pero no respondió
— Cuando me preguntaste mi ocupación en Wakanda — empezó — Te dije que era asistente del rey; Mentí. No soy su asistente, soy su hijo
Sarah tragó aire sorprendida. No estaba segura de que había estado esperando, pero definitivamente no era aquello.
— ¿Por qué mentiste? — preguntó de inmediato — ¿Creías que si me decías la verdad me aprovecharía de tu dinero, de tu posición o que querría usar tus contactos?
— Por Bast, claro que no, Sarah
— ¿No? — preguntó irónica — Entiendo que no me lo dijeras cuando nos conocimos, pero llevamos un año saliendo, por el amor de Dios
T'Challa trató de acercarse a la chica, pero ella alzó la mano y se lo impidió. Sarah giró sobre sus talones y se acercó a la maleta que estaba semi abierta a un costado de la cama, empezaba a meter algunas cosas que estaban fuera de su lugar cuando T'Challa reparó que estaba haciendo
— Sarah, estás herida. Déjame ayudarte
Pero ella ya estaba de pie nuevamente, cerró la maleta y comenzó a arrastrarla. Hizo su mayor esfuerzo por no llorar mientras decía
— Te he amado como jamás amé a nadie; Pero no puedo entender porque me ocultaste algo así, no quiero volver a verte
Escuchó que T'Challa la llamaba pero hizo caso omiso, avanzó por la habitación y salió al pasillo. La escolta del rey aún seguía ahí, pero ninguna miró a Sarah mientras se marchaba. Pidió un taxi en recepción y salió cuando esté llegó. Dio la dirección de su hermanastro y entró al auto. Tomó una profunda bocanada de aire y se mordió el labio; No quería llorar en el taxi, así que hizo su mayor esfuerzo por retenerlo. Permaneció así hasta que llegó al apartamento de Zackary y se desplomó en cuanto el le abrió la puerta.