KINGDOM; T'Challa Udaku

CUARENTA Y CUATRO

Sarah tomó aire y aceleró el paso para igualar a la Dora Milaje

— Teela ¿A donde vamos?

— Shh — susurró la guerrera — Lo sabrá cuando lleguemos

Sarah se mordió el labio y continuó recorriendo pasillos del palacio completamente nuevos para ella. Teela se movía con agilidad y Sarah tuvo que trotar más de una vez para no perderla de vista. Se detuvieron en seco frente a un par de puertas altas y doradas. Sarah miró a los costados y se percató de que estaba completamente vacío. Teela empujó la puerta y le indicó que la siguiera. Una vez adentro Sarah observó varios asientos en el centro formando un circulo, a la cabeza estaba un trono.

— El trono del rey — explicó Teela — Aquí se toman las decisiones consultadas con los ancianos de las tribus — señaló el resto de de los asientos — Ahora que T'Challa asume el mando deberás presentarte ante ellos cuando llegue le momento. Además, podrás participar en las reuniones aún si decides no tomar cargos reales todavía

Sarah miró con pánico a Teela — ¿Hablas enserio?— la dora asintió divertida. Sarah se pasó una mano por el pelo, aun no lograba recuperarse den impacto que la coronación había causado. Ahora debía presentarse frente a un puñado de extraños y esperar ser aceptada

— ¿Dónde está T'Challa? —inquirió

— En el ritual real— respondió. Sarah le dirigió una mirada que Teela entendió enseguida — No sé de que trata— agregó — Solo el rey y quienes lo llevan a cabo lo saben con exactitud, pero volverá dentro de poco

Sarah asintió distraídamente mientras miraba el trono del rey nuevamente, a ambos costados había un par de asientos similares pero más pequeños, contó los asientos restantes y se percató que no pertenecían a ninguna de las otras tribus

—Tranquilízate—  habló Teela con seriedad, caminó hasta posicionarse frente a ella y dijo con determinación — No flaquees Sarah, eres una mujer fuerte e inteligente; a los ancianos les gusta eso

Sarah sonrió ante los cumplidos pero no disminuyó su nerviosismo. Abandonaron la sala y Sarah regresó a su habitación. Estaba tan absorta en sus pensamientos que siguió de largo hacia el balcón de la habitación sin notar que T'Challa estaba sentado sobre el borde de la cama esperándola.

T'Challa se puso de pie y la siguió en silencio. Sarah estaba recargada sobre la barandilla observando las copas de los árboles moverse con brusquedad por la fuerza del aire. Soltó un sonoro suspiro mientras T'Challa se acercaba sigilosamente. Puso ambas manos sobre la cintura de la chica y Sarah respingó y se giró abruptamente. T'Challa soltó una carcajada mientras ella trataba de zafarse de los brazos del rey.

— Lo siento — habló T'Challa tratando de controlar la risa

Sarah rodó los ojos y río también. Permanecieron en silencio observando el paisaje, Sarah continuaba pensando, sintió la mirada de T'Challa sobre ella y dijo

— Creí que la ceremonia era baile y diversión — comentó alzando una ceja —Y yo no me divertí ni un poco.Creí que no te retarían

—También yo — admitió el rey y ladeó una sonrisa — Pero ya terminó; Ven aquí — extendió los brazos y Sarah sonrió antes de abrazarlo — Te veías espectacular con el atuendo real — susurró sobre el cabello de la chica — Era bastante difícil concentrarme

Sarah río sobre su pecho y lo codeó a modo de broma

***

Sarah río con ganas mientras una niña la tiraba de la mano y guiaba a través del lugar, esquivando a los rinocerontes. Habían ido a visitar la tribu fronteriza y Sarah se había perdido de la vista de T'Challa  mientras hablaba con W'Kabi. Empezó a recorrer la tribu hasta que algunos habitantes empezaron a reconocerla y saludarla. Sarah podía sentir que muchos habitantes de la tribu fronteriza la miraban de manera extraña, la calidez era distinta a las demás tribus y no podía determinar porque.  Fue hasta que una niña tiró de su vestido y se ofreció a llevarla a conocer a los demás niños

— Hemos oído mucho de ti, chica blanca —  dijo la niña con la respiración entrecortada —   A muchos no les agradas, pero yo quería conocerte

Sarah frunció el ceño divertida ante la sinceridad de la pequeña, pero no respondió. Continuó con el recorrido y se presentó ante todas las personas que pudo, empezó a notar que comprendía mejor el Xhosa y comenzó a utilizarlo en sus frases a medida de que podía. Un par de mujeres se acercaron a ella para hacerle saber que deseaban salir del país como vigilantes y Sarah prometió que se lo haría saber al rey. Siguió escuchando y recorriendo la tribu. Volvió al lugar donde T'Challa y W'Kabi hablaban, pero se mantuvo alejada mientras varios Wakandianos le explicaban la forma de crianza de los animales y como también formaban parte de las defensas de la nación.

—Por la gloria de Bast —  exclamó T'Challa asombrado mientras observaba el gigantesco rinoceronte frente a el —  ¿Sigue creciendo?

W'Kabi asintió complacido.  Desvió la vista y observó a Sarah a la distancia, la esposa del rey lucía concentrada y asentía ante lo que le decían. A pesar de no conocerla, desde el inicio, W'Kabi había sentido su llegada como una ofensa y ruptura de la tradición Wakandiana. T'Challa era su amigo, pero jamás había estado de acuerdo con su decisión.

— Veo que regresó Nakia — comentó distraídamente

T'Challa asintió mientras se alejaba.

— ¿Resolverán sus diferencias?

— No hay nada que resolver— respondió el rey inmediatamente — Se terminó lo que pasó entre nosotros

W'Kabi miró a Sarah una vez más y añadió —¿Eso significa que abrirás una cede americana aquí en Wakanda?— W'Kabi trató de sonar divertido pero no pudo ocultar la acidez de sus palabras

T'Challa frunció el ceño levemente — Sarah ha sido muy respetuosa respecto a las decisiones de Wakanda.

W'Kabi no respondió. El brillo en sus brazaletes los distrajo. La imagen de Okoye apareció ante ambos y les informó que debían presentarse en la sala de reuniones lo antes posible, no les dio detalles, pero era claramente urgente. W'Kabi y T'Challa intercambiaron una mirada. T'Challa se acercó a paso rápido a Sarah y dijo

— Mi amor, tenemos que irnos