Sarah caminó lo más silencioso que pudo y se ocultó tras un contenedor de basura, su cerebro le repetía una y otra vez lo estúpida que estaba siendo, pero a ese punto ya no había retorno. Rebuscó en su bolsillo su teléfono para tratar de tomar algunas fotografías de Michael recibiendo un maletín extraño, pero no pudo alcanzarlo, no estaba segura de que contenía aquello, pero si mañana Michael llegaba con el Vibranium al laboratorio ella lo denunciaría inmediatamente, además le restregaría a Maia que no había sido paranoica.
Michael y el hombre entraron al auto, Sarah intentó levantarse para mirar por qué dirección partían, cuando una mano la tomó del hombro izquierdo y la regresó a su posición anterior
— Se marchan, ve tras ellos Okoye — oyó una voz hablar en un idioma que no pudo identificar, mucho menos entender.
El pánico le subió desde el estomago hasta la garganta, solo pudo cerrar los ojos y tirar bruscamente para deshacerse de la mano, no lo consiguió.
Sarah giró, la oscuridad apenas y le permitía ver, pero pudo divisar un hombre frente a ella. Se levantó de un salto zafándose del agarre y se acercó a la puerta, alguien se interpuso
— No quiero hacerte daño — dijo y ahora Sarah pudo entenderlo, tenía un acento fuerte y pronunciado
Sarah lo ignoro y lo rodeó. Entró al bar prácticamente corriendo y comenzó a buscar a Maia entre el túmulo de gente con el corazón palpitándole desbocadamente. Las personas comenzaron a rodearla y aplastarla, quiso moverse pero sus pies parecían anclados al suelo, un nudo se atoró en su garganta impidiéndole respirar, trató de alzar los brazos para cubrirse de los empujones en la pista de baile pero tampoco pudo sentirlos. Repentinamente algo tiró de su brazo y la sacó de ahí.
En un segundo, volvió en sí, se llevó las manos a las rodillas y tomó profundas bocanadas de aire, un chico —aparentemente unos años mayor que ella— se agachó para estar a su altura. Las luces lo iluminaban intermitentemente, pero Sarah podía ver su expresión de desconcierto.
— ¿Te encuentras bien? – preguntó alzando la voz
Sarah asintió torpemente y se irguió. El muchacho la imitó
— ¿Qué hacías allá atrás?
Sarah no pudo oírlo, la música la aturdía, frunció el ceño y señaló su oído. El entendió y ambos se apartaron de la pista, acercándose una vez más a la barra.
— ¿Qué hacías allá atrás? — repitió
Sarah entornó los ojos en cuanto reconoció el acento
— Eres el tipo del callejón — mustió dando un paso atrás
— Lamentó eso, creí que estabas con ellos
Ella arrugó el ceño sin entender
— ¿Ellos?
— Los traficantes
Una mezcla de amargura y satisfacción inundaron a Sarah — Carajo, lo sabía — mustió
Después miró al chico, era alto y apuesto y desentonaba de todo a su alrededor con un traje negro ajustado a la perfección. Su expresión era dura y Sarah trató de unir cabos y descifrar por qué estaban teniendo esa conversación.
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KINGDOM; T'Challa Udaku
Fanfiction"Wakanda jamás permitirá una extranjera en el trono, pero daré mi vida si es necesario para que ella porte la corona" Disclaimer: Ningún personaje de Marvel me pertenece.