"Wakanda jamás permitirá una extranjera en el trono, pero daré mi vida si es necesario para que ella porte la corona"
Disclaimer: Ningún personaje de Marvel me pertenece.
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Por supuesto que no se arrepentía de habérselo dicho. Esa era la razón por la invitación a aquel restaurante. Pero mientras iba de regreso a Wakanda se preguntó porque le era tan difícil decirle la verdad a Sarah. Ahora no estaba tan seguro si había tomado la decisión correcta al no hacerlo. Quería consolarse así mismo usando como escudo a Wakanda y su protección, pero algo dentro de el le decía que quizá, en realidad era miedo. Miedo a que Sarah se comportara distinto y todo se viniera a bajo. En un principio había estado de acuerdo con ocultarlo, le daba libertad de ser el mismo. Pero mientras tomaba asiento dentro del quinjet cayó en cuenta de que, ser príncipe también formaba parte de el. Y era injusto que Sarah no viviera eso con el.
***
Mientras se cubría los ojos con el dorso de la mano, Sarah tomó un largo suspiro. Estaba tumbada sobre el césped del campus mientras a su costado, Maia y Lizzy discutían sobre la película que irián a ver más tarde. Sarah trató de ignorarlas y desvió sus pensamientos a T'Challa. Llevaba una semana y media sin verlo y eso le oprimía el pecho. Tuvo que repetirse una vez más que ambos eran adultos con responsabilidades y que debía hacerle frente como tal. Comenzó a dormitar cuando sintió una figura sentarse junto a ella, deslizó la mano de su rostro para descubrirlo y encontró a Ethan mirándola fijamente.
— Hey Sarah ¿Tienes un segundo?
— Claro — respondió disimulando su sorpresa y se irguió. No había visto al chico desde que aún trabajan en el proyecto de titulación
— Lamento aparecer así, pero — miró de reojo a Maia y Lizzy que aún discutían — encontré a Morris en los pasillos
Sarah frunció el ceño — ¿Hablas enserio?
El asintió
— No puede ser — dijo frustrada pasándose una mano por el cabello — Creí que lo expulsarían
— Oh no creo que esté aquí como estudiante — respondió —Estaba afuera de mi salón cuando lo vi y me abordó inmediatamente. Después preguntó por ti
— ¿Y qué fue lo que le dijiste?
— La verdad. Que no sabía dónde estabas, pero insistió mucho. Me dio mala espina y creí que debías saberlo
— Gracias Ethan
— No es nada — ladeó una sonrisa — Estaré en la biblioteca de ingenierías por si necesitas una mano
Sarah le agradeció nuevamente y volvió a tumbarse cuando Ethan se marchó, captó la mirada preocupada de Maia pero negó lentamente con la cabeza y soltó un suspiro. Unos segundos después se levantó de nuevo para buscar su teléfono dentro de su bolso y se deslizó hasta encontrar el contacto de T'Challa. Lo sopesó por un segundo, se había vuelto una costumbre el contarse hasta lo más mínimo. Presionó el botón de llamar y se llevó el celular a la oreja, el chico atendió al segundo timbrazo.
