KINGDOM; T'Challa Udaku

DOS

Sarah derramó café sobre su camiseta favorita, el tiempo estaba justo, así que no podía volver a cambiarse, subió la cremallera y aceleró el paso, iba apresurada y molesta y tenía la sensación de que golpearía al primero que se le cruzara enfrente, irónicamente lo primero que vio fueron las pruebas del robot Cheetah, si golpeaba aquel costoso proyecto no sólo no llegaría a su clase ese día, probablemente no volvería a llegar a ninguna.

Era su último año en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y su vida era bastante ajetreada y aunque en aquella prestigiada escuela siempre lo era, a veces creía que la universidad no estaba lista para dejarlos ir sin antes pedirles un último esfuerzo.

Adam Blake la abordó en el pasillo — ¿Que harás más tarde?

La pregunta la sorprendió y tuvo que quitarse un audífono para oír mejor — ¿Qué?

—Estoy organizando una cena de celebración y quiero que estés ahí

Quería darle una excusa pero los ojos del chico brillaban así que se mordió el labio y le dijo:        —Claro, envíame la dirección

Adam sonrió y asintió, Sarah admitió para sí misma que era bastante atractivo pero a veces creía que su ego era tan grande que podía aplastar todo a su alrededor, suspiró y se encaminó hacía su edificio. Maia, su compañera de habitación, comía realmente animada mientras escribía algo en su teléfono, alzó la cabeza saludándola y se recostó en su cama

— Tienes una cara del asco ¿Te duele algo?

Sarah río y se restregó los ojos, amaba la sinceridad de su amiga, incluso si llegaba a ser cruel algunas veces

— Adam me invitó a salir

— ¿El físico?

Asintió en respuesta

— Dijiste que no era tu tipo

— Lo sé, pero estaba muy animado cuando me invitó y no pude negarme

— Ve el lado positivo, es bastante guapo, además quizá después de la segunda cita lo conozcas mejor

Sarah sonrío y se levantó de la cama, sentía los párpados pesados y si se quedaba recostada probablemente dormiría toda la tarde y debía arreglar su ciclo de sueño si no quería enloquecer

— Tengo clase a las cuatro ¿A que hora es tu cita?— Maia caminó al rededor de la habitación buscando una sudadera

— Para la cena, 7 u 8 quizá

— Te veré a esa hora para ayudarte a escoger algo decente au revoir

Sarah sonrío, su compañera de habitación era una apasionada a los idiomas y siempre la animaba a aprenderlos, sin embargo ese era un reto que Sarah aún no estaba dispuesta a tomar. Decidió no pensar en que iba a usar en la cena, Maia podía encargarse de eso, se sentó en el escritorio y se dispuso a terminar sus pendientes.

Cuando el sol empezaba a desaparecer Maia llegó soltando maldiciones contra su profesora, soltó un suspiro y después sacó tres opciones para la cita de Sarah

— No es una cita si están involucradas varias personas

— Si yo quiero llamarle cita, lo haré y lo único que vas a lograr es llegar tarde

Sarah río antes de darse un último vistazo, le agradeció a su compañera de cuarto y salió rumbo al restaurante, era un sitio conocido, era costumbre que los alumnos celebraran las graduaciones ahí. La campanilla sonó cuando entró y noto la corta cabellera de Adam levantándose

— ¡Viniste! Estaba esperándote para comenzar — la rodeó y la acercó a su pecho, ella sonrió oliendo su colonia

— Comienza entonces

Se sentó en un costado de la mesa y Adam en la cabecera, justo después de que el mesero sirviera el vino, habló

— He reunido a las personas más importantes para mi de la universidad por que estoy a punto de tomar una decisión increíblemente importante— miró a Sarah y ella lo animó a seguir — Recibí una oferta de trabajo en respuesta a mi reciente trabajo de investigación

— Por amor de Dios Adam, dinos de una maldita vez — habló un chico en la mesa ganándose una risa de todos

— El CERN me invitó a trabajar con ellos en un proyecto

Ruidos de asombro recorrieron la mesa, Sarah sonrió y se unió al pequeño aplauso que se formaba. La cena fluyó con normalidad, y Adam recibió felicitaciones a cada oportunidad.

Mientras cambiaba por el campus de regreso, recapituló  lo acontecido en la cena, el comportamiento de Adam, había sido distinto, le agradaba y quizá Maia tenía razón sobre conocerlo mejor, pero ahora la posibilidad de que algo pasará entre los dos era nula, Suiza había sido más rápido que ella y ya no había vuelta atrás, suspiró subiendo las escaleras, a veces creía que la vida se divertía bastante jugándole chueco.
Cuando llegó a su habitación se durmió casi al instante, la clase del día siguiente era a primera hora y no pensaba desperdiciar horas de sueño

***

— Creo que deben dejar de evadir el tema del título, están por culminar y a estas alturas necesitan tener claro la manera en que lo conseguirán— su profesor James le sonreía a los alumnos mientras ataba su cabello rubio en un pequeño moño,era de los más jóvenes en el campus pero tenía una trayectoria asombrosa — Aún queda un año, pero si la tesis es su opción final pueden buscarme, soy asesor

Sarah alzó las cejas, sorprendida, no entendía cómo podía distribuir tan bien su tiempo y lograr hacer tantas cosas

— Es todo por hoy, pueden retirarse, señorita Benson — Sarah levantó la vista al oír su apellido — ¿Puede quedarse un momento, por favor?

Varias chicas la miraron antes de salir, cuando el salón estuvo vacío se acercó al profesor

— Eres de mis estudiantes más brillantes Sarah, y solo te queda un año aquí ¿Como vas a titularte?

Ella hizo una mueca, era un tema en el que aún no quería pensar

— No lo sé, quizá por tesis

— Oí que el área de ciencias ambientales buscaba a estudiantes de química — cruzo los brazos y se recargó en el escritorio

— Ingeniera química encaja mejor ahí ¿No? En realidad, no quiero meterme en líos haciendo proyectos

El sonrío y Sarah notó lo bien parecido que era— Es tu decisión, solo trata de explotar correctamente tu potencial

Ella asintió — Si hago tesis, pediré que sea mi asesor

El profesor sonrío nuevamente

— Aquí voy a estar

Salió del salón dirigiéndose a su siguiente clase, Adam estaba en las áreas verdes hablando con sus amigos, estaba por recibirse de físico matemático y contaba de suficiente tiempo libre, Sarah giró la vista, sabía que involucrarse emocionalmente con Adam solo le traería problemas, y también sabía que el no la escogería sobre trabajar en el CERN, y ella tampoco podría ser capaz de pedírselo.