72: El segundo heredero.

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Nadie pudo predecir que en tan poco tiempo estarían recibiendo a otro pequeño príncipe.

De por sí fue sorprendente cuando Shen Lian dió a luz al principito Mo Ting, y ahora que estaba embarazado de otro bebé era impresionante. Ni siquiera las mujeres tenían una fertilidad tan alta como el joven Shen, quien parecía capaz de embarazarse con cada encuentro íntimo que tenía. Nadie sabía si era el príncipe o su esposa, pero la pareja podría tener muchos hijos si eran descuidados.

Luego de que la noticia se corriera por todo el palacio y la capital, Antoine tuvo que hablar seriamente con la pareja para evitar que cometieran un error con éste embarazo. El primero había salido bien por suerte, ya que el cuerpo de Shen Lian parecía estar listo para ello. Pero el segundo ocurrió cuando la anatomía de Shen Lian seguía acomodándose tras dar a luz. Su cuerpo había sanado de tal manera que no quedaban rastros de los cambios que sufrió durante el embarazo, así que ahora sería más doloroso y problemático cargar a un bebé con un cuerpo que no estaba de acuerdo.

Shen Lian lo sabía. De algún modo, sabía que su segundo embarazo iba a ser mucho más complicado que el primero, y que probablemente no sería capaz de dar a luz. Por eso decidió mantener su estado oculto hasta que fuera demasiado obvio. No quería compartir la noticia antes de que estuviera seguro de que el bebé no moriría, ya que ésto le causaría una inmensa tristeza a toda la familia Imperial.

A pesar de su preocupación, Shen Lian pensaba disfrutar de su embarazo junto a su esposo y primogénito. Mientras no estuviera en un peligro instantáneo, podía vivir como lo había hecho hasta ahora. O eso pensó antes de que el médico compartiera su opinión.

—Creo que debes estar en reposo durante todo el embarazo.

Shen Lian parpadeó con incredulidad varias veces antes de reaccionar. Le dió al médico una mirada triste, pero Antoine no se dejó influenciar por esos ojos llorosos. Cómo médico, tenía que ser racional cuando uno de sus pacientes estaba en peligro.

—Shen Lian, no es necesario que te diga lo riesgoso que es mantener esté embarazo puesto que ya lo sabes. Si se tratara de otra persona, aconsejaría un aborto.

—¿Qué?

—Escucha— el médico se frotó la frente. —Tu caso en específico es bastante raro, Shen Lian. Generalmente los descendientes de tu clan solo pueden embarazarse una vez. Es porque luego de la primera vez, que casi nunca sucede, su cuerpo se regenera de una manera que termina por cancelar la mutación que les permite tener un embarazo. Sus genes se curan a sí mismos, pero debido a ésto aumenta la posibilidad de ser infértil. Tu…ni siquiera quiero preguntarlo.

—¿Hm? ¿Qué?

—Eh…¿Cuando fue concebido el bebé?

Shen Lian se sonrojó.

—Uh…e-el viaje al Imperio Sur.

—Eso pensé— dijo Antoine pensativo. —Tu cuerpo seguía en proceso de sanación y el embarazo solo logró confundir el funcionamiento de tus órganos internos. Una parte de tu cuerpo se concentra en la gestación del bebé mientras la otra intenta reparar los cambios internos que causó el principito.

—Pero no me siento mal.

—Eso es aún más preocupante. La falta de síntomas en alguien como tú significa que tú cuerpo no está del todo coordinado con el embarazo. Tienes que mantenerte en descanso durante el resto de tu embarazo. Nada de caminar o salir a pasear por el palacio. Debes moverte lo menos posible.

Shen Lian hizo un puchero infantil al saber que no podía actuar como siempre. Antoine encontró éste gesto muy difícil de resistir, pero se las arregló para no ceder y hablarle al joven Shen sobre algo que seguramente le interesaba.

La esposa del soberano. (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora