79: El balance entre ser esposos y padres.

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La calma llegó al palacio una vez más. Ya no había rebeldes, no había embarazos riesgos y no había ningún familiar envidioso planeando atacarlo cuando menos lo esperara. Todo era perfecto; tranquilo y sin eventos.

Shen Lian estaba disfrutando su jvida como esposa del príncipe y madre de los pequeños príncipes. Los bebés crecían sin parar, a una velocidad que causaba nostalgia en el corazón de Shen Lian. Sentía que sus hijos iban a crecer demasiado rápido, y que muy pronto iba a tener que dejarlos hacer su propia vida independiente.

Mo Yang, por el otro lado, empezaba a mostrar cierto favoritismo hacia su hijo del medio: Mo Xian. Aunque no decía nada sobre ello, estaba bastante claro que se sentía más inclinado a favorecer a Mo Xian que a sus dos hermanos. Shen Lian no podía encontrar una razón por la que aquello estuviera mal, así que mantuvo ese pensamiento para sí mismo y evitó decírselo a su esposo.

Pasar tiempo con su familia terminó siendo la actividad favorita del joven Shen, muy por encima de cualquier otra cosa.

Shen Lian finalmente podía decir que tenía una familia completa. Su madre estaba en el palacio por ahora, al igual que sus amigos, Antoine y Zhao Yuan. Los soldados se habían ido, pero su ausencia era algo a lo que ya estaba acostumbrado y que no le afectaba tanto como uno pensaría. Tal vez los extrañaba, mas no influía en su vida cotidiana que ellos estuvieran de vuelta en su campamento.

Mo Tang era por mucho el más agotador de los tres principitos. Shen Lian no entendía por qué era tan distinto a sus hermanos. Mo Ting y Mo Xian eran callados la mayor parte del tiempo, sin embargo Mo Tang se la pasaba gritando y chillando para llamar la atención de sus padres.

Debido a que los tres bebés dormían en el mismo lugar, Shen Lian sabía que no era extraño ver a Mo Tang rodando sobre sus hermanos durante toda la noche. En la noche podía oír a sus dos bebés tranquilos llorando cada vez que el extrovertido pateaba sus rostros. Era divertido, y al mismo tiempo preocupante que su hijo más joven se comportara de ese peculiar modo.

Shen Lian tenía problemas para dormir recientemente. Estaba tan pendiente de que sus hijos durmieran buen que se olvidaba de su propio sueño. Si no fuera por las insistencias de Mo Yang, ni siquiera dormiría en la noche.

Con esa rutina, pasó casi un año.

El principito y los gemelos estaban cerca de sus cumpleaños, los cuales se celebraban en fechas cercanas. Mo Ting, ahora de dos años ya podía caminar y balbucear algunas palabras. También podía decir mamá y papá, aunque no lo hacía muy seguido. Mo Xian y Mo Tang cumplirían su primer año. Los gemelos seguían siendo dos personas por completo diferentes, uno delicado y el otro extrovertido.

Nadie podía explicar cómo o por qué, pero Shen Lian empezó a descuidar a su esposo luego del primer cumpleaños del principito. No lo hacía a propósito, simplemente se enfocó tanto en cuidar a sus bebés que dejó de lado a Mo Yang. Aún lo amaba con la misma fuerza, eso era obvio. Tan solo necesitaba demostrarlo más a menudo.

Mo Yang, siendo él mismo, no señaló este tema a su esposa. Sabía que hacerlo solo haría sentir mal a su adorable Shen Lian, quién asumiría toda la culpa. Conocía demasiado bien a Shen Lian.

Durante el cumpleaños de los gemelos, Shen Lian apenas pasó mas de unos minutos con Mo Yang. Se alejaba tan pronto como el príncipe intentaba hablarle, enfrascado en asegurarse de que los bebés estuvieran felices en lugar de prestar atención a su esposo. Mo Yang tampoco habló ante eso, convencido de que Shen Lian lo notaría en su cuenta.

Pero al joven Shen no se le hizo obvio que estaba ignorando a Mo Yang de manera inconsciente. No hasta que Zhao Yuan se lo dijo de una manera muy poco discreta.

La esposa del soberano. (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora