Liam
Me siento un irresponsable porque he dejado hace bastante de asistir al colegio y no porque Samantha me lo hubiese prohibido, que estoy seguro ganas no le faltaron. Lo que en realidad sucede es que, con todo lo extraordinario que está aconteciendo en mi nueva vida, ir al colegio me parece una estupidez. Algo que pertenecía al Liam que anterior. Sabía que no debía preocuparme porque el instituto le fuese a avisar a las autoridades sobre mi ausencia, debido a que mi mujer me había jurado que ella ya se había encargado de todo. De todas formas me dijo que la decisión era mía y que ella solo iba a interferir para hacer cumplir lo que yo deseara hacer, sea lo que sea. Supongo que sí quiero graduarme pero tal vez busque una alternativa, como terminarlo por online.
De todas formas hacía apenas unas tres semanas de la última vez que pise el instituto, así que aún no estaba del todo perdido.
En cuanto a la misión "secreta" que decretó Sam aún no sé mucho más. De lo que estaba seguro es que la ira y la preocupación me estaban consumiendo vivo. Samantha aún no entendía que si algo le pasaba yo moriría, seguramente de forma literal. Y ella lo sabía. Sabía que estaba encabronado y por eso me evitaba. Era inaudito.
Tenía la sensación de que si me iba de su lado partiría directo a una masacre. Tal vez estaba exagerado un poco las cosas pero la vida de Samantha no era un juego para nadie, mucho menos para mí. Incluso mataría la propio Frederick si la oportunidad se me pusiera en frente, por amor y justicia. O esperaba ser capaz de hacerlo.
Una vez me pregunté si la vida sería un valor absoluto para mí pero llegué a la conclusión de que no. Es decir, en situación de "vida o muerte" podría imaginarme mandando a alguien al otro mundo. La diferencia es que luego me consumiría la culpa pero... qué es la culpa en comparación con la muerte de un ser amado o la mía propia? Nada, no hay comparación.
En cuanto al mensaje que recibí de Lea lo he estado pensando y no puedo ser un imbécil con ella. Los amigos son la familia que uno elige o, en este caso, la vida elige por tí. De cualquier manera siempre hemos sido los tres, dónde iba uno estaba el otro, incluso cuando no estaba realmente. Y con la vida que estoy llevando ahora mismo y todo lo que está pasando creo que llegué a la conclusión de que a las personas se las cuida y aprecia ahora porque no se sabe si el mañana existe y si llegase a pasarme algo a mí o a los que quiero me gustaría estar tranquilo que lo di todo por ellos. El problema es tener un equilibrio entre el dar y el auto-priorizarse.
Tomé unos de los automóviles de Samantha y partí rumbo al café. No le había comentado nada a Sam pero sabía que no se daría cuenta de mi huída con la cantidad de responsabilidades que tiene en este momento. Aún así esperaba que sí lo notará porque yo lo haría.
Cuando estuve lejos del castillo un fuerte tirón de pecho me advirtió que mi mujer definitivamente sentiría que me estoy alejando, y para evitar malentendidos y no dejarla preocupada decidí llamarla pero parece que tuvo mi misma idea.
-¿Estás bien?
Tomé un suspiro y le conté dónde estaba yendo y por qué.
-Pudiste haberme avisado. Es peligroso que te vayas así de la nada Liam.
Sabía que tenía razón pero aún así un enojo que no sabía que venía acumulando salió de mí como veneno.
-¿Cuando, exactamente, podría haberte avisado?-silencio-. Lo único que haces es planear a mis espaldas, ocultando las cosas con descaro. Sé que soy importante para tí y que...
-No eres importante para mí, lo eres todo. Y lo sabes.
Silencio.
-Mira sé que no he estado del todo presente los últimos días pero realmente no sé cómo lidiar con todo. No puedo ocuparme de una guerra eminente y de la seguridad de mi mate.
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Mi chica, mi alfa.
WerewolfLiam tiene la vida más ordinaria que un adolecente puede llegar a tener: padres divorciados, dos mejores amigos, asiste a la preparatoria del pueblo y es un completo marginado social. Lo normal. Sin embargo, todo se torna extraño cuando se topa con...