Capítulo 26

6.4K 371 27
                                    

Siento como si un enorme camión me hubiese pisado una y otra vez hasta quedar hecho trizas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Siento como si un enorme camión me hubiese pisado una y otra vez hasta quedar hecho trizas. Mi cuerpo parece reticente a moverse y a mis ojos les cuesta una vida abrirse ¿Qué hice anoche? Intento recordar pero como si de una laguna mental se tratase, estoy en blanco. Cuando de una vez por todas mis ojos seden un poco la luz del estúpido sol me obliga a cerrarlos de nuevo ¿Por qué olvidé cerrar las cortinas?

En cuanto puedo enfocar la habitación, me sorprendo al verla sentada frente a mi. No pestañea, no se mueve y hasta me atrevo a decir que no respira. Está inherente en un sillón frente a mi observándome como si fuese de otro mundo o no pudiese entender como es que he despertado.

-¿Sam? ¿Qué…?

No me deja terminar que ya está, literalmente, sobre mi. Me abraza con una fuerza sobre humana que por más que me incomode no me duele en lo absoluto. Hunde su rostro en la curva de mi cuello y aspira como si se tratase de alguna droga, un cosquilleo extraño me recorre cuando deposita un casto beso en aquella zona. Algo extraño en mi. Tras eso mi cuerpo se relaja, como si hubiese estado esperando aquella cercanía y su repentino tacto sobre mi anatomía me produjese una sensación de familiaridad y sosiego.

Recuerdos. Todos los recuerdos de la noche anterior se agolpean repentinamente en mi memoria produciéndome un repentino mareo. La discusión con su hermana, mis palabras después de eso, sus besos, las caricias, todo.

Mierda, mierda y más mierda.

Había sido yo, fui yo quien tomó la iniciativa. Estoy… confundido a más no poder.

- Demoraste demasiado. -reclama mientras se separa lo suficiente para estar cara a cara-. Jamás vuelvas a hacerme algo como eso. -me reprende mientras sus ojos me trasmiten auténtico miedo.

- ¿A qué te refieres con que tardé demasiado?

Su expresión parece flaquear y duda antes de contestar.

- Después de que… te marcara -luego de aquella palabra me observa repentinamente en busca de una reacción. Una reacción que no estoy seguro de querer dar-. Te desmayaste por tres días. -alto ¿Qué? - ¡Tres días Liam! No sabes la desesperación que sentí.

Repentinamente, y como si de un hechizo se trátese, aquella emoción que ella está describiendo me embarga sin piedad. Realmente es horrible. Siento su miedo, su tristeza, todo. Mis ojos por inercia se empañan y no entiendo el por qué, nada de esto se siente propio. Nada.

Era tan altamente abrumador la mezcla de emociones que sin poder evitarlo termino rodeándola con mis largos brazos para atraerla los más posible hacia mi. Si ella sintió lo que yo ahora no me quiero imaginar como lo pasó.

- ¿Por qué me siento como lo describes? -susurro contra su cabello-. No quiero sentirme así, es demasiado.

Sus finos brazos me estrechan más si es posible.

Mi chica, mi alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora