Liam tiene la vida más ordinaria que un adolecente puede llegar a tener: padres divorciados, dos mejores amigos, asiste a la preparatoria del pueblo y es un completo marginado social. Lo normal.
Sin embargo, todo se torna extraño cuando se topa con...
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No voy a cambiar de opinión, por más cruel que haya sido no pienso a dar marcha atrás. ¿Qué clase de reina no hace respetar su palabra?
Es verdad que yo prometí protegerlo hasta donde se me fuese posible pero él, al mismo tiempo, prometió serme fiel hasta el final de los tiempos, y rompió su promesa al dañar a Liam. Él mismo se condenó.
Mierda ¿Qué tan difícil podía ser no dañarlo? ¿Por qué no me obedeció?
Si yo no despertaba...
-Sam... Samantha tú no... tenías porque hacerle aquello. -me dice y se acerca tímidamente-. Él es importante... para ti.
-Liam, él intentó matarte. ¿Querías que lo dejase pasar? -En mi pregunta se hace evidente mi incredulidad-. Imposible.
-Pero... pero él es alguien importante para ti... y yo no pinto nada aquí. -dice y agacha la cabeza- Yo... tú deberías estar enojada conmigo.
-Hey, no bajes la cabeza, ni frente a mi ni frente a nadie. Jamás. -acorto la distancia y, con cariño, levanto su cabeza-. No estoy enojada contigo. No fue tú culpa, tú no lo sabías. - sonrío-. Ni siquiera yo sabía que un vínculo, sin consumar aún, podía llegar a ser tan fuerte.
No quería pensarlo aún pero es una gran problema. No es que no quiera que mi vínculo con Liam sea fuerte, pero a pesar de todo es bastante preocupante que me afecte tanto. ¿Imaginan si esta información llega a oídos equivocados? Sé que van a usarlo en mi contra, porque él... él va a ser mi punto débil. Algo así como mi talón de alquiles.
-Yo... yo también sufrí. -susurra y llama mi atención ¿A qué se refiere? -. No sólo...tú te viste afectada. Yo también estuve en una especie de coma. No tan largo como el tuyo, pero lo estuve.
Oh, debí imaginarlo.
-Tú... ¿Qué sucedió Liam?
Él me mira inseguro, como si dudara de mi temperamento pero yo jamás le haría daño, es más fuerte que yo. No podría dañarlo aunque quisiera.
-Bueno, cuando... Adrik me dijo que... que estabas así -me mira a la espera de que yo comprenda a que se refiere con "así"-. De alguna manera, que aún no comprendo, mi cuerpo desfalleció. Me desmaye por lo que para mi fueron horas y horas. Aún no entiendo como es que logré despertarme.
Interesante.
Esto es malo, muy malo. Malisimo.
-Sami, esto no es normal. - dice haciendo acto de precencia la lobita-. Los mates no pueden tener un vínculo tan poderoso, y menos aún si ni siquiera han sidos marcado. - Leia está igual o incluso más confundida que yo con el asunto-. Ya sabes que hay que hacer.
