Hola!!
Primero que nada espero que estén muy bien.
Lamento tardar tanto en actualizar, pero espero que les guste.
Recuerden que sus comentarios me ayudan a mejorar.Gracias por leer!
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Estaba sobre una superficie dura, podía sentir el aire sobre el rostro y piernas. Incluso en sus desnudos brazos. Sin embargo, el viento no era frío, si no cálido, con un fuerte olor a sal en él...
Lineria abrió los ojos cuando escuchó el romper de las olas contra el barco. Intentó sentarse, pero el áspero suelo de madera raspó sus codos y rodillas. Su cabeza le dolía tanto que era imposible mantener los ojos abiertos, entre cada respiración los mareos se apoderaban de ella, sus ojos no podían enfocar nada. Pero el olor y los sonidos eran los del mar.
Entonces lo último que recordaba era cierto. El rey la había golpeado frente a sus hermanos, y el príncipe Jusbath la había puesto en uno de sus barcos.
Tenía que encontrar algo que el rey quería, y eso le permitiría volver al reino del Oeste... Aún no estaba segura de querer regresar.
Se levantó sobre sus rodillas, apoyando las manos contra el costado, pudo ver el emblema de las velas y supo que se encontraba a bordo del Makara. Aquel barco mercante, que llevaba frutos que únicamente crecían en el Tridente hasta los otros reinos.
― ¡La princesa despertó!― gritó uno de los hombres.
Lineria quiso retroceder, pero su pierna envió un dolor agudo hasta su cadera, provocando que soltara un grito ahogado. Cada parte de su cuerpo gritaba de dolor, no sabía dónde empezaba o cuando terminaría.
De no ser por el tono de burla con el que el marinero pronunció sus palabras, ella se habría desmayado sobre la cubierta.
Los hombres comenzaron a acercarse, algunos por curiosidad, otros le daban miradas lascivas. Fue cuando se percató de que sus ropas le habían sido arrancadas y se encontraba en paños menores, con sus heridas expuestas, los pechos marcándose a través de la blanca tela.
―No se acerquen...― murmuró Lineria.
Algunos respondieron con risas, otros la ignoraron y continuaron avanzando. No supo en que momento las manos se acercaron, los roces estaban en sus brazos, sus piernas. Lineria intentó golpear, sin embargo, sus extremidades aun dolían.
―El príncipe Jusbath ordenó que no la tocáramos― dijo uno de los marinos.
―El príncipe Jusbath no está aquí― gruñó otro, cuya mano se dirigía al pecho de Lineria.
Ella rugió con furia, intentando mantener los toques lejos de su cuerpo.
El rey había lastimado su cuerpo, pero esos hombres en ese barco iban a romper su espíritu, no estaba segura de poder recuperarse de algo así.
Quizá podría saltar al agua y con algo de suerte, encontrarse con algún monstruo marino que le diera una muerte rápida...
Cerró los ojos y tomó una respiración profunda, preparándose para saltar, para alejarse de ese barco.
Un par de manos fueron colocadas a los lados de la cabeza del hombre que intentaba tocar su pecho, de un rápido movimiento la giró bruscamente y cuando el cuello se rompió, el atacante cayó sobre la cubierta con un golpe seco.
Lineria sintió las lágrimas de alivio resbalar de sus ojos, cuando reconoció esa figura, que se movía entre los marinos, repartiendo golpes, algunos se retiraban, otros lo atacaban, a pesar de que Marion no llevaba arma alguna, logró someter a los más agresivos.
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El Último Oráculo
FantasíaUn poderoso reino. Dos experimentados asesinos. Tres leyendas para niños. Cuatro reyes que luchan por un mundo. Cinco diferentes criaturas. Seis guerreros de Élite. Siete elementos del destino. Ocho hijos que quieren un trono. Nueve décadas de...