pose | 29: FINAL.

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El departamento estaba en silencio. No se escuchaba más que el metálico choque entre los utensilios que el fotógrafo usaba para, tercamente, prepararle un desayuno a la modelo. Yura le dijo que podía saltárselo, que deberían ir a escuchar la síntesis del problema lo más pronto posible, pero Jaemin solo se negó y "prometo que no va a acabarse el mundo porque lleguemos una hora después, linda" entre dulces besos que hicieron muy difícil refutarlo. Era cierto, después de todo.

La sentó en una encimera, asegurándole que él se encargaría. Y, aunque por un rato en verdad sirvió tan solo observar a tal hombre moviéndose con impresionante destreza en su cocina que pocas veces era decentemente utilizada –sobre todo pues al no tener más ropa que el traje de la noche anterior solo se paseaba en sus deliciosamente ajustados bóxers–, tras menos minutos de los que Jaemin consideró ya estaba inquieta de nuevo.

—Seguramente estén extra metiches las próximas semanas —contempló en un murmullo, apretando los dedos ya ceñidos del borde de mármol—. De eso no hay duda. Van a querer sacarme una historia con desesperación, e incluso pelearán entre ellos por ser quien dé la primicia.

No había dejado de ver al pelinegro, así que cuando él volteó sobre su hombro a echarle un vistazo –sorprendido de repentinamente escucharla– fue que se dio cuenta de que siquiera había hablado. Es que su cabeza no dejaba de pensar en los peores escenarios posibles, como bastante acostumbraba.

—¿Nunca antes has estado en un... escándalo como éste? —preguntó, aún concentrado en el sartén en uso para prevenir que algo se quemara. Yura no tenía demasiada comida en casa, en vista de que no disponía del tiempo para cocinarse muy seguido, y por ende Jaemin tuvo que apañárselas para preparar sencillos omelettes—. Jamás he sido de estar muy pendiente de esa clase de cosas, así que no estoy seguro. Aunque —soltó una corta risa—, bueno, Jisung me ha contado un par de historias peculiares.

Yura chasqueó la lengua, para en un momento como ese ocultar una sonrisa cariñosa— Apuesto a que te contó de la vez en la que me quité el sostén en el baño de un aeropuerto para que no dijeran nada de su horrible corte de cabello —bufó, sin embargo sintió cierto triunfo de recordarlo—. Ni siquiera les tomó medio día sacar cientos de artículos sobre mis tetas, pero al menos nadie se metió con él... ¿En qué mierda estaba pensando ese niño al hacerse un estúpido mohicano? —refunfuñó.

—Ah, esa lastimosamente no me la contó él. Creo que explotaría de la pena de nada más intentarlo. Sí vi las fotos en su momento, sin embargo —incluso estando Jaemin de espaldas, diligentemente encargándose de la comida, Yura enrojeció del sutil pero significativo cambio en su tono al decir lo último—. Me dijo de cuando rompiste la cámara de uno que le gritó cuando Ji pidió que no les tomaran fotos en un restaurante.

—Noté que estaba a punto de llorar, y no le iba a dar la satisfacción a ese maldito de siquiera verlo —gruñó, frunciendo el ceño por un momento. Luego suspiró, recordando la pregunta inicial—. Me he metido en todo tipo de problemas con la prensa, pero nunca había tenido un escándalo "de relación"... —mordisqueó su labio, y en el fondo distinguió el sonido de Jaemin apagando la hornilla. Se fijó entonces de que había parado de verlo, mas escogió dejar la vista en el piso— Mis seguidores son buenos conmigo, sorprendentemente. Siempre han esperado a que salga la versión completa, siempre ha habido alguien interesado en darla. En decir "hey, ellos solo estaban comiendo y llegó ese imbécil a molestarlos; yo hubiera hecho lo mismo". Pienso que he sido suertuda, en ese sentido.

» Pero, aún así, cada vez temo que... —aclaró su garganta, dando pataditas al aire. No hablaba de cómo esto le hacía sentir con nadie. Ni siquiera con Renjun, o Dongwoo. Igualmente, en contra de lo que hubiera imaginado en el pasado, no le molestaba hacerlo frente a Na Jaemin—... bueno. Que no haya nadie para defenderme, que algún día mis propios admiradores se tornen en mi contra —se encogió de hombros, y los pasos le alertaron de que Jaemin estaba caminando hacia ella antes de que sintiera sus cálidas manos reposar sobre sus muslos—. Esto no ha pasado antes, así que no sé cómo se lo tomen. He dependido siempre de sus reacciones, y no tengo idea de qué piensen de algo de este estilo.

Pose || Na Jaemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora