pose | 13: let go.

2.9K 161 5
                                    

Su cuerpo se hizo uno con la cama, perezoso y pesado, somnoliento aunque al mismo tiempo como electrificado. Cuando abrió sus ojos, tuvo que revolotear los párpados unas cuantas veces antes de poder distinguir el alto techo de la habitación, y entonces el agudo pinchazo de lo que al instante reconoció como una mordida la forzó a bajar la mirada al hermoso chico que la veía con una sonrisa grande, inmune a su ceño fruncido.

Aún estaba entre sus piernas, aún sosteniéndolas, y ahora tamborileaba los dedos contra ellas con un toque de gracia que contrastaba ridículamente con el inamovible deseo quemando en sus pupilas.

—Dios, me muero por joderte... Por favor dime que podemos seguir.

Yura hizo una ligera mueca por que fuera tan crudo, mas tomando una bocanada de aire asintió— Sí, solo... Necesito un segundo. Fue, uhm, agotador —balbuceó distraídamente.

—Mm, me halagas —tarareó, moviendo sus manos a la cara interior de sus muslos y amasando con los pulgares, casi como masajeando. Yura soltó un suspiro. Se sentía bien—. ¿Sabes?, la cara que haces cuando tienes un orgasmo es–

—Cállate —lo cortó con un gruñido, cubriéndose la cara.

Jaemin solo rió, dándole un último beso casto a su cadera antes de gatear hasta colocarse sobre ella, apoyándose con cada mano a un lado de su cabeza. Yura no pudo evitar asomar los ojos de entre sus dedos, y acabó mordiendo sus labios al verlo así de cerca. En su rostro, junto a una boca con aspecto maltratado brillando un tanto de saliva y mejillas algo teñidas de rosado, esta especie de depredadora expresión que de solo ver a Yura le provocó un escalofrío.

—Quiero volver a verla —declaró, relamiendo sus labios como con hambre—. ¿Ya estás lista?

No tuvo que pensarlo demasiado, ya se había recuperado casi completamente y la verdad es que tampoco consideraba el asunto como resuelto. Deseaba tener sexo con él. Decirlo, sin embargo, le daba cierta vergüenza –lo cual estaba consciente era absurdo, tomando en cuenta lo que ya había pasado entre ellos. Así que solo tiró de su cuello y lo atrajo a sus labios, haciendo su mejor intento para dominar el instantáneamente apasionado beso. Aunque algo en el fondo de su cabeza le dijera que solo pudo porque Jaemin se lo permitió, disfrutó de hacerlo. De explorar aquella boca entera con su propia lengua, de al menos robarle un par de gemidos roncos.

Pero, justo cuando estuvo lo suficientemente envuelta en la acción, un hecho que no había ni tomado en cuenta la golpeó como un autobús a mil kilómetros por hora. Cuando las caderas de Jaemin se movieron por puro instinto, restregándose contra su pierna, se dio cuenta de que entre tanto no había ni echado un vistazo curioso a... él, su miembro.

La vergüenza que le dio el literalmente jadear de la sorpresa fue indescriptible. Enrojeció completa, empeorando todo cuando Jaemin rió un poco sobre su boca, como consciente. Yura se sostuvo de sus hombros con fuerza al momento de separarse del beso, enterrando sus deditos en la piel, y aunque medio apenada por ello cedió al impulso de bajar la mirada.

Apretó los labios para evitar soltar algún otro sonido delator, casi nublándose su vista, y su primer instinto fue el de tomarlo en su pequeña mano, aunque titubeando ligeramente. El siseo que se le escapó el chico por el contacto directo, cuando obviamente, dolorosamente, estaba tan duro, fue suficiente incentivo para que ella lo empuñara con más confianza, hechizada por la manera en la que no podía rodear su grosor ni de cerca. La punta, de un rabioso y profundo rosa, dejó salir un par de gotas que Yura recogió con el pulgar y usó para poder deslizarse mejor.

—Uhm..., n-necesito– Quiero–... Uh, h-hazlo ya —murmuró por poco inaudible –aunque sin detener el ahora firme movimiento de su mano–, su lengua de repente demasiado grande para su torpe boca y haciéndole tener que tragar saliva entre las palabras.

Pose || Na Jaemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora