pose | 09: all in.

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—¿Huh? —Yura frunció el ceño, automáticamente mosqueada. Jaemin no paraba de reírse como un maniaco, y, bueno, no es que fuera muy difícil irritarla—, ¿será que puedes comportarte? —cuestionó como asqueada, ojeándolo de arriba a abajo. Él asintió eufóricamente, tapándose la boca para tratar de reprimir todo aquello, pero no parecía nada menos divertido.

—¿De dónde sacaste eso? —resopló una risita más, y para cuando bajó sus manos reveló a sus perlados dientes atrapando su labio inferior sin aparentes segundas intenciones. Nada más que el calmarse. Sin embargo, Yura tuvo incluso que apartar la vista de lo malditamente caliente que se le hizo aquello, tan fuera de lugar. Era absurdo.

—Mm, bueno, no soy tonta. Sé que tú dormiste en su habitación ayer. Estabas ahí cuando la fui a buscar, y por alguna razón andabas hasta sin camiseta. Bastante incriminatorio, si me lo preguntas a mí —Yura rodó los ojos pretendiendo indiferencia, pretendiendo que su sangre no comenzaba a burbujear con sutil y bobo enojo, de tan solo recordar todo eso y lo que implicaba.

¿Habría coqueteado con Dongwoo desde el aeropuerto –no lo creía, pues hubiera visto algo–, o a partir de llegar a la isla? Y, ¿de qué forma? ¿Era igual de directo como siempre, entonces pícaro, o más bien se limitaba a comentarios galantes? No paraba de preguntárselo. Él se había sentado a su lado en el vuelo, habían ido a almorzar, habían pasado cierto rato juntos en el bar de la discoteca –antes de que las cosas se fueran a la mierda, claro. Aún así, no llevaba ni siquiera un cumplido de su parte, ni un avance como acostumbraba a los meros segundos con cualquier hombre; no tenía referencia alguna de primera mano y le daba... curiosidad.

Sí, curiosidad.

Evidentemente había tenido que hacer algo para acabar en la habitación de la morena, sobre todo tan rápido. No creía que su carita perfecta hubiera sido todo lo necesario... Aunque no es que le costara demasiado creérselo, en serio Jaemin era muy atractivo.

¡Maldita sea!, no pienses en eso, Jeon Yura.

Él suspiró— Yura-sshi, a estas alturas deberías saber que no puedes andar sacando conclusiones apresuradas —negó, todavía medio risueño, y la modelo apenas pudo apretar sus labios en una línea para ahorrarse el soltar la larga lista de insultos que querían brotar de ella por aquel tono como condescendiente—. ¿Ves eso de ahí? —dijo Jaemin entonces, girando su torso a la derecha y señalando arriba a una esquina del cuarto.

Era una... ¿mancha? ¿Qué tenía eso que ver con el que se follara a su mejor amiga?

—¿Pretendes solo cambiar el tema?

Volvió a suspirar, esta vez pesado, como si estuviera armándose de paciencia— No, linda, te estoy explicando... Esa cosa negra de allá, es una araña, que al parecer vive en esta habitación. Dongsoo y yo cambiamos nuestras cuartos porque le daba miedo y yo en serio no pude sacarla. No tuvimos sexo. No saques conclusiones apresuradas, ¿bien?

Ah. Claro. Bien.

Excepto que a partir de cierto punto las palabras estaban nubladas, porque... bueno, Jaemin... Jaemin la había llamado "linda"...

Oh, su cara ardía. Como si tuviera trece años de nuevo. Eso era mucho más que ridículo.

—Mm, bien —balbuceó apenas, recogiendo el resto del bagel de donde lo había dejado en la bandejita de la cafetería y ocupando su boca con él para evitar avergonzarse al botar alguna otra cosa. Tenía la mente como en blanco. De alguna manera todo el asunto de Dongwoo –o "Dongsoo", pues aparentemente Jaemin ni se sabía bien su nombre– había quedado en segundo plano con un apodito tan sencillo.

Pose || Na Jaemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora