pose | 18: in flames.

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—¡Yura-yah, no seas así! —se quejó Jeno aunque sonriente, y ella se forzó a tragar el gruñido rabioso que ya iba subiendo por su garganta.

Cogió aire, apretando la mandíbula con fuerza y lanzándole dagas con la mirada a todos en aquella cabina privada del bar— Hablo en serio. Si nadie me quita a esta niña de encima, en este mismo instante, la tiraré al piso sin ninguna clase de remordimiento —soltó entre dientes, dándole un fugaz vistazo a Winter, dormida sobre su hombro con la mayor calma del mundo, después de tan solo un par de tragos.

Lucía como toda una bebé, adorable y tranquila, pero a Yura no podría importarle menos. Estuvo la mitad de la salida soportando que la viera con estrellitas en los ojos a cada que hablaba, y ahora de paso había escogido su brazo para echar una siesta; era incómodo y la quería mínimo a tres metros de distancia.

—Bah, no lo harías —resopló Dongwoo con una sacudida de cabeza –el más ligero arrastre en su modulación delatando una parte de su ebriedad–, por poco montada sobre el regazo de Johnny a su lado.

Desde la primera ronda de tragos, aquello había sido algo progresivo – empezando cada quien en su sitio y por minuto fundiéndose al otro. Nadie estaba para cuestionarlo, sobre todo teniendo también a una parejita de recién casados que incluso se daban los bocadillos en la boca.

—Hablo muy en serio.

—Mmh, yo no lo creo —murmuró con su vaso pegado a los labios Jaemin, quien estaba sentado al otro lado de Yura –para su absoluta mortificación.

Al momento de ubicarse en el sillón de cuero negro en forma de media luna que rodeando una mesa de madera oscura formaba la cabina de TXT, por alguna razón a Yura no se le ocurrió que algo como aquello pasaría. No lo tuvo en cuenta, simplemente no pensó en ello. Pero, al deslizarse después de la bonita rubia, se vio sorprendida de sentir esa conocida presencia inmediatamente tras ella y se maldijo por no haberse preparado mental y emocionalmente.

Ese factor la tenía ya desde hace unas horas medio inquieta, con los ligeros roces de sus brazos al alguno alzarlo por su vaso, de sus muslos por siquiera estar sentados cerca. Era, sin embargo, una situación distinta a la de sentarse uno al lado del otro en la boda – esas directas provocaciones que los llevaron a... Yura no creía que fuera conveniente el recordar cómo había acabado eso.

Esta vez era más... decente, y entonces la modelo no entendía por qué asimismo un sentimiento de anticipación e irritantes ansias se esparcían por sus venas. Casi como si quisiera que fuera como en la ceremonia; era dolorosamente frustrante el identificarlo, especialmente sabiendo que no pasaría.

Con su intervención, Yura se limitó a chasquear la lengua y le dio otro chance a sacudir su brazo, cosa que (nuevamente) solo consiguió que Winter balbuceara una queja y se le pegara aún más para acurrucarse contra su cuerpo. Ella bufó, y el resto apenas pudo disimular sus risillas burlonas. Renjun se había aprovechado de su asistencia para hacer que todos los demás fueran –incluso Donghyuck, quien se suponía no estaba libre–, pues sería una locura perderse a la ocupadísima-Yura-adicta-al-trabajo en un bar.

Cada que ella se quejaba por nimiedades, parecía que más se divertían.

—Por esto es que no salgo con ustedes —les dijo, aunque en parte no estuviera pasándola mal.

Bueno, en realidad no estaba pasándola mal y el sacudirse a Winter de encima tan solo eran sus amargados instintos activándose y actuando ante lo que pudieran – no había mucho más por lo cual quejarse. Estaban las únicas personas que quizá podría considerar sus amigos, y debía admitir que algo añadía la presencia a su izquierda. La música en vivo del local no era ni de cerca ruidosa y acompañaba armoniosamente a la conversación, no habían demasiadas personas, y aquellos que iban con un cigarrillo entre sus dedos tenían su propio espacio por lo que ni el humo le estorbaba.

Pose || Na Jaemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora