¿Qué harías al darte cuenta que tienes un acosador? Alguien que te sigue luego del trabajo, alguien que te observa en todo momento, alguien completamente desagradable.
Pero;
¿Que pasaría si aparece otro más problemático y peligroso?
...
Caminábamos por las calles de la ciudad, el sol pegaba fuerte a esa hora y pequeños hilos de cabello se incrustaban en mi frente gracias al sudor. Suspire con pesadez. Irie solo caminaba delante de mi sin decir alguna palabra, pese al nada favorable clima ella seguía manteniendo ese aspecto pulcro y elegante saludando desde la distancia a algunos transeúntes que pasaban por el lugar, a diferencia de Hawks o cualquier otro héroe de su posición la ojiazul no parecía ser muy reconocida más sin embargo, una que otras personas parecían felices de verla.
Volví a suspirar.
No sabía cuánto tiempo más estaríamos caminando, ni a dónde quería llegar. Me obligó a dejar el llavero con Hawks y cualquier otra pertenencia que esté me hubiera dado, indicando que tendríamos una conversación “confidencial” pero hasta ahora no ha hecho nada más que caminar sin rumbo alguno y en silencio.
— No te desesperes cariño— añadió vacilante casi como si me leyera la mente—, pronto llegaremos.
— ¿A dónde me llevas?
Detuvo su paso frente a un oscuro callejón, un poco dudosa observo a los alrededores antes de comenzar a adentrarse al lugar. Me miró y hizo un pequeño movimiento con su dedo índice en señal de que la siguiera. Sin muchas ganas de seguirle el paso lo hice, después de todo no era como si tuviera permitido negarme; intenté ocultar mi claro desagradó ante aquel lúgubre lugar. Era parecido al sitio donde solía frecuentar con Dabi para entrenar, así que no me daba buena espinar estar ahí y mucho menos con alguien que irradia tanta desconfianza cómo esta mujer.
Llegamos al final del callejón, y como era de esperarse no había salida alguna.
— No sabía que traían a sus sospechosos a un lugar como este para interrogarlos— agregué sarcástica.
Escuché una pequeña risa de su parte. Se dió media vuelta y lanzo algo hacía mi que logré atrapar un poco nerviosa.
— ¿Pero qué mier...
— Es una Sig Sauer P290 de 9 mm— replicó casi con orgullo, como si se tratase de lo más valioso que posee—. Es hermosa ¿Cierto? ¿Sabes usar un arma no? Después de todo tuviste relación con la mafia. Esto es solo para prevenir, no sabemos con qué tipo de personas vamos a tratar. Será mejor que la escondas.
Me dedico una sonrisa que parecía ser de extrema emoción, cómo cuando un niño consigue un nuevo amigo para probar sus juguetes nuevos. En ese momento sabía que algo no iba a salir bien.
— ¿¡Pero qué mierda!? ¿Suelen darles armas a diestra y siniestra a los civiles que interrogan o que?
Y así en cuestión de segundos todo ocurrió. Lo que parecía que ella tanto esperaba, pasó. El suelo bajo nosotras se torno tan oscuro como el vacío y de esa misma manera fuimos absorbidas por una fuerza descomunal.
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Takami chasqueo la lengua irritado, tanto los estudiantes presentes como Endeavor lo observaron un tanto desconcertados. No era la actitud que “caracterizaba” a Hawks y es que no había rastros de una personalidad divertida, positiva o animada que siempre solía mantener. La seriedad y preocupación fueron visibles en su rostro, era un caso excepcional por lo menos para Endeavor que había trabajado anteriormente con el y no había presenciado ese tipo de actitud incluso en los peores momentos.
