Luego de que Irie saliera me acosté sobre la cama y comencé a pensar sobre lo que se estaba por venir, la decisión que había tomado y si realmente estaba haciendo lo correcto. Dentro de mi subconsciente sabía perfectamente que había muchas cosas que estaba haciendo mal y aún así, quería seguir adelante. Entendía que estaba siendo egoísta y testaruda, pero necesitaba conocer ese sentimiento; necesitaba entender un poco a mi madre. Suspiré y mientras observaba el techo mis ojos comenzaron a hacerse cada vez más pesados, las noches de sueño eran insufribles ya que no podía parar de pensar; simplemente ya no podía descansar como por desgracia había acostumbrado a hacerlo, fue entonces que una parte de mi comenzó a extrañar a Hawks y la comodidad que me había brindado.
Lleve uno de mis brazos hacia mi cabeza ocultando mis ojos de la luz del día, estaba agotada y a medida que pasaban los minutos el sueño me fue consumiendo hasta encontrarme en ese limbo dónde no estaba del todo dormida y aunque podía descansar, me encontraba conciente de lo que ocurriese a mi alrededor.
En mi cabeza rondaba una y otra vez las palabras del doctor, mi pecho se presionaba con solo pensar que había algo, o mejor dicho alguien, formándose dentro de mi. Mis mejillas se calentaban y mi corazón se estremecía. No entendía la razón ni el sentimiento, pero para ser sincera... No era del todo desagradable.
— Mamá...
Abrí los ojos y me reincorpore rápidamente, solté una bocanada como si hubiera retenido el aire por un largo periodo de tiempo, sacudí la cabeza preguntándome si solo había sido un sueño aunque en realidad estaba lo suficientemente conciente como para estar segura de que alguien había susurrado cerca de mi oído.
Lleve una mano hacia mi frente, el rápido movimiento solo logro causarme una pequeña migraña. Deseaba tanto poder descansar, me sentía débil y solo quería un momento de paz.
— Vaya— escuché aquella voz divertida que reconocía a la perfección—, tal parece que ya respondes muy bien a esa pequeña palabra. Eres adorable cariño— concluyó Irie con una sonrisa.
Voltee mi ceño fruncido hacia ella con la intención de replicar ante su pesada broma pero, en cuanto la ví no pude evitar sentir un amargo sabor en mi garganta; las palabras fueron reemplazadas por un suspiro silencioso y un incómodo sentimiento de culpa.
Una gran parte de su cuello se encontraban gravemente herida, habían rastros de piel oscura y colgando sobre lo fueron las ampollas ocasionadas por una fuerte quemadura, hilos de sangre se deslizaban desde la herida hasta su pecho. De solo verlo podía imaginarme el dolor infernal que estaba sintiendo en ese momento. Irie caminaba de un lado a otro buscando algunas cosas por la habitación, yo solo podía seguirla con la mirada sin haber que decir.
No era necesario preguntar lo que había ocurrido, ni quién le había hecho algo así. Fruncí los labios impotente. Mientras yo intentaba descansar ella se encontraba dando la cara ante mis errores, eso solo me hacía sentir patética.
— Cariño, hey... Cariño— reaccione ante la insistente voz de la peliblanca. Baje la mirada sin saber que decir. Escuché un suspiro de su parte y una que otras cosas moviéndose por el lugar, finalmente se acercó a mi—. Mírame— alce la mirada y ahora mantenía una bufanda blanca adornando su cuello— ¿Mejor?
— Irie déjame ayu...
— No hay tiempo. Será mejor que nos vayamos— interrumpió—, lo más seguro es que los héroes no tardarán en allanar este lugar. Que suerte que hayas enamorado al pichón, de seguro nos dará algo de tiempo.
— ¿Que? ¿Porque...?
— Te explicaré en cuanto lleguemos a un lugar seguro— sin dejarme decir algo más me tomo de la mano llevándome con ella.
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⁺¹⁸ 𝑫𝑨𝑩𝑰 ─── 𝓐𝓽𝓻𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓟𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪.
Fanfiction¿Qué harías al darte cuenta que tienes un acosador? Alguien que te sigue luego del trabajo, alguien que te observa en todo momento, alguien completamente desagradable. Pero; ¿Que pasaría si aparece otro más problemático y peligroso? ...