Para aquel entonces todo parecía estar bien en casa, por lo menos eso era lo que mi madre quería hacerme creer, después de todo las madres siempre nos harán creer que todo está bien. No la culpo, como sabrás mi padre siempre ha sido un apostador desafortunado, por alguna razón por más que perdiera no dejaba su vicio ante los juegos y las apuestas; para ese entonces no lo veía como un problema, después de todo solo era una niña.
Además, nunca lo ví metido en problemas aunque siempre llegaba quejándose de haber perdido otra apuesta y que debía mucho más dinero. Es por eso que ingenuamente lo veía como su trabajo ¿Quién diría que solo estaba criando a una tarjeta de crédito? Pff, en fin.
Por más que le preguntaba cosas a mi madre ella inteligentemente evadía el tema, pero un día en particular; ví algo diferentes en ella. Fue el día que mi Kosei finalmente se manifestó.
Fue la primera vez que ví a mi madre tan seria, ahora que lo pienso era como si hubiera estado buscando las palabras correctas para comenzar a hablar
— Mira, mira mamá— es inevitable sonreír con amargura al pensar en aquello, aún recuerdo la sensación de aquel entonces—, soy igual que tu.
De seguro mi sonrisa era enorme y mis ojos brillaban, lo sé por la expresión de mi madre; ella solo me observaba jugar con pequeños hilos de agua que creaba a mi alrededor, esperaba mi peculiaridad tanto como el resto de pequeños esperan su Kosei con tantas ansias como esperan sus regalos de navidad. Siempre son una sorpresa.
— ¡Asombroso nena!— aunque hacía el esfuerzo por parecer emocionada; claramente no lo estaba— ¿Te gusta?— asentí con una sonrisa y su mirada se volvió delicada— Bien, había esperado este momento para que tengamos una pequeña charla de mujeres ¿Que te parece?
Dime Dabi ¿Algunas vez has sentido esa emoción en tu pecho, que aunque no puedes ver tu rostro sabes que tus ojos brillan? Y que de seguro están llenos de ilusión; así me sentí en ese momento. Mi madre nunca me contaba nada, tampoco me explicaba porque habían días dónde parecía estar profundamente triste, y ese día gracias a mi Kosei había decidido hablar conmigo, me sentí muy feliz.
Aunque no lo esperaba me preguntó cuál era mi sueño al crecer, como toda pequeña ingenua respondí “Quiero ser una heroina para cuidar de ti” que estupidez. Y pensar que ahora tengo que aguantar y tener que convivir con un montón de dementes; uff, la vida da muchas vueltas.
— Te recuerdo que estás loca por uno de esos “dementes” así que deja de quejarte y continúa— agregó Dabi con ironía.
— Si, si...— repliqué con aún más ironía.
Bien, el caso es que mi madre no parecía feliz con mi respuesta, aunque intentaba con todas sus fuerzas ocultarlo; la verdad es que parecía decepcionada de mi Kosei. Suelo revivir esos momentos en mi cabeza en todo cada dia, ya que realmente es lo único que recuerdo de mi infancia, no puedo decir con claridad en que momento perdí mis otros recuerdos; es por eso que revivo el mismo día en mi cabeza en busca de más respuestas.
— (T/n) un Kosei es una gran responsabilidad ¿Lo sabes no?— estaba confundida, ya que nunca habiamos hablado sobre eso. Aún así decidí escucharla con atención— Verás, nuestra peculiaridad... Es especial, desearía que olvidarás tu sueño de ser heroína— aquellas palabras me sorprendieron, por alguna razón creía que mi madre estaría feliz de mi sueño. Pero resultó ser todo lo contrario—, sería tan feliz si solo vives una vida lejos de aquí, usando tu Kosei solo para proteger tu vida.
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⁺¹⁸ 𝑫𝑨𝑩𝑰 ─── 𝓐𝓽𝓻𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓟𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪.
Fanfiction¿Qué harías al darte cuenta que tienes un acosador? Alguien que te sigue luego del trabajo, alguien que te observa en todo momento, alguien completamente desagradable. Pero; ¿Que pasaría si aparece otro más problemático y peligroso? ...