𝑻𝒓𝒂𝒊𝒏𝒊𝒏𝒈

27.8K 2.8K 2.6K
                                    

Finalmente luego de arduo trabajo logré tener un día libre, también conseguí el dinero suficiente para costear alguno de los gastos y pagar un poco de la deuda que dejó mi padre. Me deprimía el solo intentar sacar cuentas de todo lo que debía, y claramente sería mucho más barato morir.

Suspiré con resignación, después de todo no es como que me guste provocar a la muerte; solo situaciones que se salen un poco de control.

Cómo en estos momentos, dónde hay veces que solo me gusta relajarme mientras cocino algo antes de leer un poco o ver un poco de televisión que por cierto; ¿Quien lo diría? Estos idiotas por lo menos tuvieron la gentileza de dejarme un televisor para poder entretenerme con algo más que mi miserable vida.

«Pero en fin»

Todo sería perfecto si tan solo... Dabi no estuviera aquí, ya hace algunas semanas que se la pasa con frecuencia en el departamento. Aunque aún no ha intentado hacer nada más, de igual manera me mantengo al margen

— Me gustaría verte cocinando algo para mi— me causó un gran escalofrío escuchar su voz detrás de mi, se encontraba sentado en el sofá observandome fijamente—, pero con un poco menos de ropa...

Me estremecí al escucharlo decir eso, aunque su voz sonaba divertida sabía que hablaba en serio. Me tense. Recordé lo ocurrido tras la cachetada de la otra noche y reviví el miedo de ese momento, quizás no lo notaba, pero me sentía impotente y no precisamente por el; sino por mi. Sabía que estaba mal, pero de alguna manera no lograba negarme sinceramente ante sus órdenes.

Suspiré.

Me di media vuelta y con las mejillas en llamas me dispuse a despojarme de mi ropa, noté como se sorprendía ante mi acto; el muy idiota me lo pidió y aún así se sorprende. Aunque su actitud cambio rápidamente y una sonrisa sádica apareció en sus labios mientras disfrutaba la vista

— De verdad estás dispuesta a cooperar conmigo ¿No?— luego de que quedara completamente en ropa interior, se acercó a mí tomándome de la cintura y obligándome a verlo directamente a los ojos— creí que eras más rebelde

— Solo aprecio mi vida— maldecia a mis adentros, después de lo que me hizo aún mi cuerpo reacciona ante su tacto. Es algo realmente frustrante, esa corriente eléctrica que me recorre por completo al sentir como toca mi piel

Bufo divertido mientras se alejaba de mí y se dirigía nuevamente al sofá. Parecía que realmente yo era un simple juego para el, típico de cualquier psicópata.

— ¿De verdad crees que si no haces lo que te pido solo te mataré?

— ...

— Déjame explicarte algo— ante mi silenció e incomodidad observé como su mirada tenía un brillo amenazante, aquella que hacía juego con esa sonrisa traviesa y llena de segundas intenciones—, simplemente digamos que soy tu dueño ahora. Y como tú dueño tienes que respetarme— sabía que se refería a la cachetada de la última vez—, complacerme solo queda de tu parte.

— No lo entiendo— mordí mi labio llena de impotencia, comenzaba a pensar que el último acosador no era tan sádico como lo es Dabi. Aquél quería acabar conmigo de una vez por todas, en cambió Dabi solo parecía divertirse y usarme a su antojo— ¿Porque yo? ¿Porque te interesas en mi?

— Me intereso en muchas mujeres— espetó sin importancia—, no te creas especial.

Maldito desarmado pervertido de... ¡Nadie se siente especial por ser acosado! ¿Quien se cree?

— ¿¡Porque mierda no te vas con ellas y me dejas en paz!?— ante sus palabras no evite soltar toda la ira que tenía retenida, pero mi corazón dió un brinco al verlo levantarse del sofá con un semblante serio. Puta la cagué, de nuevo se dirigía a mi— D-dabi... Lo siento, me altere un poco

Comencé a retroceder torpemente ante su cercanía, pero como algo cliché; me detuvo la cubierta de la cocina donde se encontraban algunos platos y vasos listos para servir.

De nuevo su mano tomaba con firmeza mi cintura y me acerco por completo a su cuerpo, con la otra mano tomo mi barbilla para obligarme a mirarlo. Estaba serio, mi corazón estaba completamente acelerado, no sabía cuál sería su jugada está vez.

— ¿No entiendes que debes respetar a tu dueño?— su mano dejó de tocar mi barbilla pero aún así no logré apartar la mirada. Mi piel se erizó al sentir su mano recorrer el costado de mi cuerpo con lentitud— ¿Eres una masoquista? ¿Te gustan los castigos?

Nuevamente mi cuerpo respondía a su tacto, inconscientemente el rubor comenzó a invadir mi rostro. Sentía el corazón latiendo con fuerza, mientras la adrenalina se apoderaba lentamente de mi, la mano que anteriormente se encontraba sobre mi cintura había bajado.

Ahora, ambas estaban sobre mi trasero apretándolo con gran fuerza. Un jadeo salió de mis labios en contra de mi voluntad, y es que, realmente me estaba lastimando. Pero no quedo satisfecho solo con eso, sentí una de sus manos recorrer con lentitud mi pierna acercándose peligrosamente a mi intimidad

— D-dabi lo siento— suplique, estaba aterrada de saber que está vez decidiera “apoderarse de mi cuerpo” como tantas veces lo ha dicho—, no volveré a hacer algo así.

— El castigo aún no termina— susurro a centímetros de mis labios—, de alguna manera comenzarás a respetarme.

— Pe-pero.. no de esta mane.. ah~..— al sentir como acarició mi intimidad sobre la tela de mi prenda inferior, no evite soltar ese vergonzosos sonido. Quería apartarlo, pero temia que al hacerlo llegará a ser peor— b..basta Dabi..

Mis ojos comenzaron a arder levemente, esa situación era realmente vergonzosa. Estaba siendo utilizada, y no podía hacer nada para evitarlo. Sentí como pequeñas lágrimas sé acumulaban en las comisura de mis ojos, y en ese momento su tacto paró.

— ¿Entendiste?— se alejó de mi— no olvides tu posición.

— ¿Porque?— bajé la mirada para evitar que observará como las lágrimas comenzaban a brotar cada vez mas— ¿Porque no terminas con esto y solo me dejas?

— No sería divertido de esa manera

Abrí los ojos impresionada al escuchar su respuesta, aquella respuesta que aclaraba alguna de mis dudas y una de ellas es que; solo se divertía conmigo.

Luego de eso escuché la puerta cerrarse, al levantar la mirada noté que se había ido.

¿Qué busca realmente de mi? ¿De que manera podría acabar con esto?

Comienzo a pensar que la vida llena de felicidad que busco nunca la encontrare. No si nunca me hago fuerte.

   ⁺¹⁸    𝑫𝑨𝑩𝑰  ─── 𝓐𝓽𝓻𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓟𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora