⁺¹⁸ 𝑫𝑨𝑩𝑰 ─── 𝓐𝓽𝓻𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓟𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪.

𝑶𝒏𝒆 𝑾𝒂𝒚.

— Estoy comenzando a arrepentirme de involucrarme tanto en esta situación— Irie suspiró con molestia—, ya no es nada divertido. Ustedes son unos imbéciles— murmuró finalmente.

La morena no poseía la más mínima intención de ocultar sus insultos y el pésimo humor en el que se encontraba, tanto el héroe como el villano presente quedaron en silencio esperando una respuesta del porque había vuelto con una actitud tan irritante, aún así ninguno daría el primer paso para hacer alguna pregunta o comentario al respecto.

Aunque Irie nunca se mostraba sería y solía hacer bromas todo el tiempo, era una mujer problemática cuando su mal humor se hacia presenté; cualquier mínimo comentario indeseado y les haría revivir sus más oscuras pesadillas con las emociones a flor de piel, dejando secuelas graves si así lo quería y todo eso tan solo con una mirada. Es por eso que ninguno estaba dispuesto a arriesgarse y hacerle perder los estribos, simplemente decidieron esperar en silencio aunque uno de ellos comenzaba a perder la paciencia.

Itō se sentó sobre el gran sofá sosteniendo su cabeza con ambas manos, desde la perspectiva de ambos chicos parecía estar frustrada y no estaban equivocados. Después de todo para ambas chicas la visita con el doctor no había salido como esperaban y recibieron más noticias de las deseadas.

En cuanto llegaron al departamento ahí se encontraba Hawks esperando por ambas, pero sobre todo por la joven que no fue capaz de dirigirle la mirada y solo se dedicó a darle la espalda para así encerrarse en la habitación.

La morena no hacía nada más que suspirar sin saber que hacer y solo pensaba en el enredo en el cual se involucró. Aunque, irónicamente la situación le causaba un poco de gracia, más por ella misma que por la joven encerrada en su habitación. “¿En qué momento decidí ayudarla hasta este punto?”. Era una pregunta agria pero divertida que resonaba en su cabeza, después de verla llorar fuera del hospital y la manera en la que buscaba un consejo de su parte le hizo sentir un gran sentido de la responsabilidad que creyó haber perdido hace muchos años atrás. Aquello le causaba cierta incomodidad y molestia, pero el poco sentido de justicia que aún permanecía en su interior le decía que no era momento de darle la espalda.

Llevo su cabeza hacia atrás dejando caer su larga y blanca cabellera al rededor de su cuerpo, observo en techo y suspiró.

— ¿Que hacen aquí?— pregunto finalmente— ¿Desde cuándo creen que son tan bienvenidos en mi departamento?

— ¿Que? No es lo que te escucho decir por las noches— replicó Dabi con burla. Keigo solo los observo sorprendido y ciertamente incómodo.

— Si bueno, la actuación es algo que se me da muy bien ¿No lo crees?— replicó la morena en un tono severo— ¿Realmente piensas que alguien además de Akihiro podría complacerme?— dirigió su filosa mirada a Dabi— Pobre de ti...

El peligro evidentemente molesto se acercó un par de pasos para replicar le aquel desagradable comentario, pero antes de poder hacer algo Irie lo interrumpió.

— ¿Saben?— retomó su postura elegante y firme. Miró con superioridad a ambos presentes— Ninguno de ustedes merece a mi cariño...— sonrió con amargura— Esa clase de amor que intentan demostrarle da mucho asco.

— Irie-san ¿Que ocurre?— intervino el rubio claramente ofendido por el repentino comentario— Y ¿Desde cuándo es tuya?

— ¿Y que?— agregó Dabi con burla y severidad en su mirada— Estás en el mismo barco que nosotros ¿Que te hace creer que eres mejor? ¿Acaso tus sentidos de justiciera volvieron?