⁺¹⁸ 𝑫𝑨𝑩𝑰 ─── 𝓐𝓽𝓻𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓟𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪.

𝑺𝒎𝒂𝒍𝒍 𝒋𝒐𝒌𝒆.

Sudorosa, cansada y jadeante, así me encontraba en aquella habitación. Sentía que mi cuerpo no daba para más, nunca pensé que esto fuera tan exhaustivo

— Maldita.. sea– murmuré– ¿Quién diría que el simple entrenamiento de mi Quirk me dejara tan agotada?

Ya hace varias semanas que Dabi no frecuentaba el departamento, luego de lo ocurrido aquella vez en la tina, simplemente dejo de aparecer de las muchas maneras repentinas que solía hacerlo. Se podría decir que al verme dispuesta perdió cualquier interés, por una parte sentía alivio pero aún así, recordar lo que ocurrió y como mi mente se consumió en ese momento...

«¡Carajo!»

Tan solo recordar aquello podía sentir como mi rostros comenzaba a tornarse caliente ¿Cómo pude dejarme llevar de esa manera? Joder, debo controlarme y sobre todo no debo olvidar que es un villano.

Tras ver algunas cosas apenas logré descubrir que Dabi era buscado por pertenecer a una organización de villanos ¡Ja! Vaya ironía de vida, solo me rodeo de joyitas. Así que eso me demostraba que había algo más, no era cualquier acosador pervertido que suele concurrir en las calles.

Fue cuándo decidí comenzar mi propio entrenamiento, lo primordial y más agotador era el entrenamiento físico; por lo menos para mí. Y es que para alguien como yo, que nunca había entrenado en su vida esto es realmente exhaustivo y me hace pensar si ¿Realmente valdrá la pena tanto esfuerzo? En algunos momentos no podía salir de mi cabeza aquella pregunta.

¿Porque me esfuerzo?

Suspiré intentando borrar aquellos pensamientos, era mejor no pensar en ellos a sentir en inmenso dolor que me causaba encontrarme totalmente sola, me molestaba pensar en eso y mucho más a estás alturas de mi vida. Es por eso que debería dejar de ser una cobarde y comenzar a defenderme por mi cuenta, sin esperar a que alguien más venga a ayudarme. Porque se que eso no pasará.

— Debería de tomar un descanso antes de ir al trabajo.

Me dirigí a la tina, mientras abría la regadera me quedé inmóvil observando el agua caer frente a mi, el ruido en seco que provocaba en la habitación era de cierta manera ensordecedor, irritante, molesto y melancólico. Parecía irónico, pero algunas veces el agua solía causarme cierto temor, con lentitud levanté la mano en dirección al agua, la cual al momento de activar mi Kosei; comenzó a seguir mi ritmo.

No fue hasta poco segundos después que comencé a notar mi pulso irregular, y es que mi corazón comenzaba a latir cada vez más rápido, el temor aún no desaparecía. Sonreí con amargura ¿Quien le teme a su propio Kosei? Si no sirvo tan quisiera para controlar mi propia peculiaridad ¿Para que me querría Dabi? Fácilmente pudo usar me y deshacerse de mi, no es como si tuviese mucho que perder.

Pero esa actitud cercana, y a su ves distante. Solo me hacía llenaba la cabeza de preguntas.
¿Porque apareció en mi vida?
¿Quien es el realmente?

No lograba dejar de pensar en alguien como el, es decir, el que apareciera aquella noche antes de que el mugriento hombre del bar abusara de mi. El saber en dónde vivo, incluso en saber quiénes se interesan en mi, o me ofrecen un mal trato, me hace pensar que Dabi busca algo más.

«Pero ¿Que?»

Sacudí mi cabeza para olvidarme de todo y tomar la ducha de una vez por todas, este tipo de problemas no debería de llevarlos al trabajo ya que sería mucho peor. Mi atención varía dependiendo de mi estado de ánimo, y mi temperamento me jugaba mal en algunas ocasiones, alguien débil como yo no debería estar buscando peleas o provocando a la muerte.