⁺¹⁸ 𝑫𝑨𝑩𝑰 ─── 𝓐𝓽𝓻𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓟𝓮𝓵𝓲𝓰𝓻𝓸𝓼𝓪.

𝑹𝒆𝒎𝒂𝒕𝒄𝒉.

— Debes estar jodiendome— no pude evitar el tic que se producía en mi ojo, no podía creer lo que estaba pasando— ¿Es en serio?

— Si, trate de advertirte en el bar— comento Dabi sin importancia, acostado en el sillón de mi departamento—, pero debido a tu inmadurez preferí hacer las cosas de esta manera.

A ver, llegué a mi departamento luego de una horrible noche, como todas las demás; y lo primero que veo es a Dabi muy cómodo comiendo frituras con un grandísimo desastre al rededor. Habían cantidad de cosas regadas por el lugar, parecían ser de el.

Pero ¿Que hacen aquí? Era una respuesta que realmente no quería recibir, pues estaba casi segura de cuál sería.

— Necesito ocultarme por algunos meses, y en este mugriento lugar no me encontrarán.

— ¿No tienes muchas más chicas?— comenté irritada, ya no temia tanto de Dabi. Después de todo si de verdad quisiera asesinarme ya lo hubiera hecho ¿No es asi?— ¿Porque no te ocultas en sus hogares?

Dabi sonrió divertido ante mi comentario, como odiaba esa estúpida y sensual sonrisa.

— Son chicas con mucho glamour, están siempre a la mira— comento divertido—, no sería bueno para mí.

— Jodete Dabi.

— Y además— se levantó para luego de unos segundos posicionarse delante de mi—, me falta adiestrarte aún más.

— No soy un animal— fruncí el ceño ante su comentario.

— Eres mi perra— concluyó tomandome del mentón para así obligarme a observarlo directamente a los ojos.

Trague en seco, su comentario me tomo por sorpresa. No evite sentir mi rostro calentarse, aunque quería replicar algo solo me quedé en silencio.

«Me gustaba»

De solo pensarlo me daba un mal sabor en la boca ¿Desde cuándo me gustan este tipo de cosas? ¿Desde cuándo me gustan los tipos como el? Odiaba esos momentos en los que dejaba que me dominará por completo, pero más que odiarlo, me odiaba más a mi por sentir muy en el fondo... Que me gustaba.

Era demasiado obvio el como me hacía sentir, me molestaba aún más. Por más que supiera que estaba mal, no podía evitar sentir una gran atracción hacia el, cada que lo veo a los ojos, mi pecho arde y mi corazón comienza a latir con rapidez. Más que algún sentimiento de amor, es la adrenalina que me transmite a través de su mirada la que me hace perder el control. Sus intensos ojos, me embriagaban por completo.

Era peligroso, y tentador, jodidamente atractivo de alguna manera.

Finalmente suspiré rendida, después de todo sea lo que sea que diga no tendría ningún efecto en el. Simplemente me preocupaba más el hecho de tener que convivir con el las veinticuatro horas ¿Que cosas podrían pasar...?

— ¿Por cuánto tiempo será esto?— frunci el ceño mientras me alejaba de el.

Ciertamente hace un par de meses que estuvo realmente metido en mi departamento, tampoco es como si hubiera tenido mucha privacidad, pero ahora tener que vivir con Dabi...

¿Que lo hizo llegar hasta este punto?

Aunque diga que tiene más mujeres, malditoidiota, ajamm... Aunque diga eso, siento que algo oculta, y estoy segura que tiene que ver con mi inútil padre. Porque sino ¿Porque más estaría aquí?

Sabía que Dabi quería algo más, y me intrigaba el no saber que era.

— No te interesa— se volteó para luego de unos segundos mirarme seductoramente— ¿No te alegras de tenerme aquí contigo?