¿Qué es el amor?
¿Qué es lo que hace sentir a alguien enamorado?
No lo sabía. No sabía si estaba enamorada de ella. Le encantaba estar a su lado, disfrutaba de su cercanía, disfrutaba su olor, verla hablar, reír, comer, caminar... La quería libre, riendo, hablando sin parar de esos términos técnicos que conocía tan bien, verla llorar, enfurecerse, estar afligida o seria. Le encantaban sus expresiones. Si pudiese plasmar cada una en un dibujo sería magnifico, pero todas esas reacciones eran fugases, duraban momentos muy cortos, no podía estamparlos tal cual como lo vivía.
Acaso... ¿Eso era estar enamorada?
No.
Eso no podía ser amor... Estaba obsesionada con Sayaka... ¿O era lo mismo? ¿El amor y la obsesión en qué se diferencian?
Ambas se basan en centrar tu atención en una sola cosa o persona. Este objeto o ser esta todo el día asechando tu mente, despertando tus deseos de verlo, escucharlo u olerlo... Si no estas con él, la ansiedad se apodera de tu cerebro sintiendo cada vez más necesidad de tenerlo ¿No era eso lo que sentía?
Necesitaba tenerla a su lado...
Aun recordaba la primera vez que la vio.
Era una niña pequeña de mirada solitaria, muy seria y correcta. Le resultaba interesante su forma de solucionar los problemas que asechaban su vida, era muy inteligente sin duda. Le gustaba leer en sus horas de descanso, parecía que no le interesaba en nada las relaciones sociales. Siempre estaba sola a la hora del almuerzo.
Kirari vio esto como una oportunidad para invitarla a comer con ella todos los días, le intrigaba demasiado esa niña. Quería verla comer, verla leer... Era muy distinta a ella, sumamente distinta...
Todo fue una atracción inocente hasta que llegó la adolescencia. Un día como cualquier otro se dirigió a su cuarto después de una aburrida lección de educación cívica, quería recostarse en su cama y dormir. Al abrir el shoji quedó aturdida observando lo que tenía en frente. Sayaka estaba recogiendo sus prendas apresuradamente de la cama, estas estaban reunidas en una especie de circulo, como un nido...
Sabía lo que significaba aquello.
Los omegas cuando entran en su ciclo de celo se ven en la necesidad de aparearse y, cuando no tienen a su pareja cerca o a algún alfa cualquiera, estos reúnen las ropas de su ser deseado para así sentir su aroma y satisfacer sus cuerpos llenos de lujuria.
Sayaka era una omega, lo supo gracias al olor que la golpeó fuertemente al entrar a su dormitorio, su rostro estaba sonrojado, respiraba aceleradamente y sus ropas estaban mal puestas. Intentaba guardar las prendas de su ama lo más rápido que podía dentro de una canasta disculpándose con ella por el desorden.
Kirari empezó a caer en el hipnotizante aroma, pero antes que pudiera reaccionar la joven sirvienta ya se había ido con sus ropajes. Quedó de pie un largo rato frente a su cama... Aquella chica se había masturbado allí, sobre sus frazadas, con su ropa sucia... Lamió sus labios. No estaba enojada ni incomoda... Todo lo contrario, intentaba imaginar a Sayaka ahí tocándose, pensando en ella... Sintió como su miembro se endurecía empujando contra la tela de su kimono.
Esa fue la primera vez que se masturbó en su vida y no fue nada más que pensando en su linda sirvienta.
Después de aquello prefirió no hablar del tema para evitar incomodidades con la chica, sin embargo, cuando fueron pasando los años se dio cuenta del cariño y deseo que le tenía Sayaka. Siempre tímida y avergonzada al tenerla tan cerca, le gustaba provocarla, se veía malditamente adorable. Nunca intentó acorralarla ni tocarla, eso estaba mal. Solo le lanzaba comentarios o le enseñaba su cuerpo viendo sus reacciones. Le fascinaba.
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Te amo, a pesar de todo | Omegaverse
RomanceRirika y Kirari son dos hermanas gemelas y dueñas de Japón. Ambas se ven envueltas en una situación que las llevará a tomar una decisión que cambiará por completo sus vidas. Tener un heredero. Para ello deberán engañar y manipular a otros, para que...